¡Mirar hacia el mundo!

Por Luis C. García Correa

“¡Mirar hacia el mundo debe ser amar  y servir al mundo!”

El amor es la palanca que mueve al mundo

Vivir y no amar al mundo es ser un extraño, ajeno a ese mundo.

Bendito y alabado sea quien con amor mira al mundo y encontrará lo que tiene que remediar.

Todos hemos nacido para cubrir espacios que solo nosotros ocuparemos.  Si no los ocupamos vamos creando vacíos.

Vacíos donde otros se van cayendo y dañando por mí culpa.
Hemos nacido para servir y servir con amor, honradez y valor.

La cobardía se desarrolla si la dejamos actuar y crecer.

La cobardía es un pilar del mal.

El mal está esperando dominarnos para hacer crecer el mal entre nosotros.
Benditos y alabados sean quienes se rebelan contra el mal, que es  cobarde y acecha tratando de debilitar nuestros valores y creencias  para desarrollar toda su potencia de mal.

Hablar y decir es fácil. Hacer, exponer, desarrollar y luchar nos pone  en el camino de la santidad, de la felicidad.

“¡Arriesgar amor apoyándonos en el bien es la catapulta que nos lanza a  conquistar el mundo, que nos está esperando y al que tenemos que ayudar!”

“¡Ayudar es la bendición y la gran obra que no solo podemos sino debemos  realizar!”
“¡Mirar hacia el mundo enaltece e incrementa el deseo de ayudar!”
“¡Nacimos para ayudar!”

“¡Mirar con amor hacia el mundo nos pone en el camino de la santidad!”

El mundo somos todos. Y a  todos debemos amar y ayudar.

Ayudar al mundo es ayudar a la humanidad.

La humanidad es el mundo a quien debemos servir y ayudar.

Ayudar a los demás, servir a los además, y gozaremos de la plena felicidad.

“¡Mirar hacia el mundo debe ser: servir y ayudar a los demás!”

Quien sirve y ayuda a los demás, recibirá lo que da.