¿Qué es para mí un político?

Por Luis C. García Correa  

 ¿Qué es para mí un político? La persona honesta, leal y participativa que juró su cargo de servir a la comunidad las veinticuatro horas del día. Que por encima de ideas políticas partidistas sirve a la comunidad con honestidad y lealtad.

No todo el mundo puede ser político. Tiene que tener valores morales, éticos o religiosos, y llevarlos a la práctica.

Además, un político tiene la ineludible obligación de ser absolutamente leal y honesto y tener un sentido de responsabilidad constante de servir honestamente a la comunidad.

Una persona resentida, sin valores, un ser egoísta, interesado y no digamos un ser corrupto, está inhabilitado para la política.

Un político que falte a la honestidad y a la lealtad tiene que ser expulsado, inmediatamente, de la política activa. Y quedar estigmatizado y rechazado para puestos de responsabilidad social.

Las listas de los candidatos políticos, para unas elecciones, tienen que ser abiertas. Que el pueblo pueda tachar a quien considere indigno y no merecedor de ese puesto social. Que sea el pueblo quien lo acepte o rechace libremente.

Las listas cerradas son una falta de respeto y consideración a la ciudadanía.

Las listas cerradas son una imposición partidista, eliminando el criterio honesto y verdadero del pueblo.

Las listas cerradas hacen convertir al que las hace en un dictador.

En las listas cerradas pueden ir personas sin valores, deseosos de vivir 4 años a costa de la comunidad. Y darle la oportunidad, a ese candidato, a no dar un golpe a costa de la comunidad, no solo es una enorme irresponsabilidad, sino que el responsable debería responder del daño que causen lo elegidos.

Un político no puede ser una persona sentada en una poltrona para solo apretar el botón que le ordena el partido.

“¡Todo político tiene que ser oído y por todos, ellos y el pueblo!”

Un político tiene que ser una persona honesta y participativa que es oído por el pueblo. Y no un pasmarote o vividor.

“¡¡¡Un político tiene que ser una persona, honesta y participativa, que expone las ideas del pueblo, y trabaja, en la búsqueda de la solución del problema o tema tratado!!!”

“¡¡¡Un político es una persona que oye al pueblo, y con esos conocimientos,  aporta lo que sabe y trabaja para la solución del problema o tema que se discute.

“¡¡¡Un político tiene que tener la posibilidad y la libertad de oponerse si el partido propone algo que considera, por sus conocimientos recibidos del pueblo, que no beneficia al pueblo. Y el pueblo enterarse de sus esfuerzos para reconocérselos!!!”

“¡Los partidos políticos tienen que ser un medio y no un fin!”

Las listas cerradas y los políticos sometidos a lo que dice el portavoz del partido, y que solo aprietan el botón, son pasmarotes, y pueden convertirse en vividores a costa de la comunidad.

Ser político honesto, participativo y libre es uno de los mayores honores y responsabilidades que puede tener un ciudadano. Es haber llegado al cenit de la vida social. Servir honestamente a los demás es el mayor honor y responsabilidad del político. Algo que le dejará marcado por toda la eternidad. Y cuando termine su mandato tiene que haber mejorado como persona, haberse enriquecido en valores y como persona.

El pueblo tiene que premiar y agradecer a los políticos honestos, leales y responsables el tiempo que le han dedicado a trabajar por el bien de los demás administrando honestamente los bienes sagrados de la comunidad.

“¡La política es una de las grandes pasiones y medios de la humanidad para ayuda a su comunidad!”

Ser político honesto y participativo es vivir y haber vivido la gran oportunidad de servir, con honestidad, lealtad y amor, a la comunidad. Algo que llena de la belleza e ilusión del deber cumplido con su comunidad con honestidad, lealtad y amor.

“¡¡¡SER, O HABER SIDO POLÍTICO, HONESTO, LEAL Y PARTICIPATIVO, ES HABER LLEGADO AL CENIT, A LA CUMBRE DEL HONOR EN LA SOCIEDAD, Y DE SU ETERNO RECONOCIMIENTO!!!”