Letras por el dolor de unos hermanos
AFRICANO
En la arena yace yerto,
por ahogarle las ninfas del mar
llegando a su meta:¡muerto!.
por ahogarle las ninfas del mar
llegando a su meta:¡muerto!.
Parece dormido y sin rotura;
se anegó la patera.
No llegó como quisiera
a tierra de Fuerteventura.
El sudario,una lona,
un trozo de andrajos hecho jirones,
es por la brisa;la cara asoma.
No puedo contener mis emociones.
Al mismo cielo,cegadas sus pupilas,
al mismo cielo,mirado por mis ojos,
en ángulo recto están sus axilas,
bajo el sol se encuentran sus despojos.
¿A qué se debe tan sutil engaño,
candilejas que te echaron a la mar,
locura sin el más mínimo amaño,
en la útil disciplina del nadar?
Que Dios te acoja mi negro hermano,
desde esta tu tierra de promisión,te digo,
que en mí has logrado un buen amigo
y me has hecho sentirme mas humano.
Pedro Domínguez Herrera
Barbero de Tamaraceite
se anegó la patera.
No llegó como quisiera
a tierra de Fuerteventura.
El sudario,una lona,
un trozo de andrajos hecho jirones,
es por la brisa;la cara asoma.
No puedo contener mis emociones.
Al mismo cielo,cegadas sus pupilas,
al mismo cielo,mirado por mis ojos,
en ángulo recto están sus axilas,
bajo el sol se encuentran sus despojos.
¿A qué se debe tan sutil engaño,
candilejas que te echaron a la mar,
locura sin el más mínimo amaño,
en la útil disciplina del nadar?
Que Dios te acoja mi negro hermano,
desde esta tu tierra de promisión,te digo,
que en mí has logrado un buen amigo
y me has hecho sentirme mas humano.
Pedro Domínguez Herrera
Barbero de Tamaraceite
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