La Población de Gran Canaria, su liderazgo y diputados por islas.
Por Luis C. García Correa y Gómez
Gran Canaria en el año 2001 tenía 755.489 habitantes y la isla de Tenerife 744.076, ocho años más tarde Tenerife tenía 899.833 y Gran Canaria 888.397. En la creencia que los datos son correctos, añado que el declive de la población en Gran Canaria con respecto a la de Tenerife y de participación ciudadana en la vida de nuestra comunidad, han ido al unísono con la decadencia de nuestra economía.
Si vivimos de espalda a nuestra realidad, porque no participamos, y actuamos de forma que los demás vengan a decidir lo que debemos hacer, no podemos quejarnos.
Hay quien dice que la participación de cada uno de nosotros en la vida de la comunidad es una antigualla fuera de uso. Así nos va. Y lo peor está por venir.
No cabe duda que nuestro paro y crisis económica no tienen parangón.
¿Y nuestro paro juvenil? ¿Y el número de empresas que han desaparecido? Ante todo esto, ¿cómo reaccionamos? ¿Qué hacemos en el ámbito individual? ¿Qué hacemos en el ámbito comunitario? ¿Participamos en las distintas organizaciones sociales? Estas son unas someras descripciones sobre lo primero del título de este artículo. Y con respecto a lo segundo y tercero, ahí va lo siguiente:
Según los datos que tengo de 1982, a continuación detallo las cifras del valor del voto de cada uno de nosotros dependiendo de la isla donde vivimos:
Isla Población Diputados Habitantes por diputado
EL HIERRO 6.500 2 3.250
LA GOMERA 18.000 5 3.600
FUERTEVENTURA 27.000 7 3.800
LANZAROTE 50.000 7 7.100
LA PALMA 76.000 7 10.800
TENERIFE 557.000 14 39.800
GRAN CANARIA 630.000 14 45.000
Creo que los datos son lo suficientemente explicativos, los grancanarios necesitamos el voto de 45.000 personas para un diputado, y en El Hierro con 3.250 personas obtienen lo mismo que nosotros con los 45.000. Me parece algo difícil de calificar. No sé si hay algún otro lugar del mundo con esta diferencia. Las necesidades de las islas se solucionan por la solidaridad y honestidad, no reduciendo a cantidades aberrantes la diferencia en el voto en las islas. Un hombre un voto.
A estas diferencias descritas le tenemos que sumar algo aún peor (aunque parezca mentira, lo hay): el número tan grande, y creo que en aumento, de las y de los «pasotas».
Nuestro turismo (importantísimo a todos los niveles), nuestra pocas industrias (algunas ya en Tenerife), nuestro maravilloso puerto (algo realmente importante y grandioso), nuestro parques tecnológicos (aún sin desarrollar y pudiendo ser la panacea), etc. Se desarrollaran y dará la riqueza que tanto necesitamos cuando haya una gran profesionalidad en las empresas, cuando la productividad de nuestros trabajadores sea alta, y cuando los administradores de los bienes de la comunidad sean ejemplo de amor al prójimo.
¿Cómo? Con la participación de todos y cada uno de nosotros en las parcelas que nos toca vivir, en familia, en la empresa, en la asociación de vecinos. Participando en la medida de nuestras posibilidades. Que no vengan de fuera las soluciones, sino salga de nuestra propia sociedad. Hasta entonces creo que la penuria y pobreza serán constantes en nuestro pueblo.
De nosotros depende.
Gran Canaria en el año 2001 tenía 755.489 habitantes y la isla de Tenerife 744.076, ocho años más tarde Tenerife tenía 899.833 y Gran Canaria 888.397. En la creencia que los datos son correctos, añado que el declive de la población en Gran Canaria con respecto a la de Tenerife y de participación ciudadana en la vida de nuestra comunidad, han ido al unísono con la decadencia de nuestra economía.
Si vivimos de espalda a nuestra realidad, porque no participamos, y actuamos de forma que los demás vengan a decidir lo que debemos hacer, no podemos quejarnos.
Hay quien dice que la participación de cada uno de nosotros en la vida de la comunidad es una antigualla fuera de uso. Así nos va. Y lo peor está por venir.
No cabe duda que nuestro paro y crisis económica no tienen parangón.
¿Y nuestro paro juvenil? ¿Y el número de empresas que han desaparecido? Ante todo esto, ¿cómo reaccionamos? ¿Qué hacemos en el ámbito individual? ¿Qué hacemos en el ámbito comunitario? ¿Participamos en las distintas organizaciones sociales? Estas son unas someras descripciones sobre lo primero del título de este artículo. Y con respecto a lo segundo y tercero, ahí va lo siguiente:
Según los datos que tengo de 1982, a continuación detallo las cifras del valor del voto de cada uno de nosotros dependiendo de la isla donde vivimos:
Isla Población Diputados Habitantes por diputado
EL HIERRO 6.500 2 3.250
LA GOMERA 18.000 5 3.600
FUERTEVENTURA 27.000 7 3.800
LANZAROTE 50.000 7 7.100
LA PALMA 76.000 7 10.800
TENERIFE 557.000 14 39.800
GRAN CANARIA 630.000 14 45.000
Creo que los datos son lo suficientemente explicativos, los grancanarios necesitamos el voto de 45.000 personas para un diputado, y en El Hierro con 3.250 personas obtienen lo mismo que nosotros con los 45.000. Me parece algo difícil de calificar. No sé si hay algún otro lugar del mundo con esta diferencia. Las necesidades de las islas se solucionan por la solidaridad y honestidad, no reduciendo a cantidades aberrantes la diferencia en el voto en las islas. Un hombre un voto.
A estas diferencias descritas le tenemos que sumar algo aún peor (aunque parezca mentira, lo hay): el número tan grande, y creo que en aumento, de las y de los «pasotas».
Nuestro turismo (importantísimo a todos los niveles), nuestra pocas industrias (algunas ya en Tenerife), nuestro maravilloso puerto (algo realmente importante y grandioso), nuestro parques tecnológicos (aún sin desarrollar y pudiendo ser la panacea), etc. Se desarrollaran y dará la riqueza que tanto necesitamos cuando haya una gran profesionalidad en las empresas, cuando la productividad de nuestros trabajadores sea alta, y cuando los administradores de los bienes de la comunidad sean ejemplo de amor al prójimo.
¿Cómo? Con la participación de todos y cada uno de nosotros en las parcelas que nos toca vivir, en familia, en la empresa, en la asociación de vecinos. Participando en la medida de nuestras posibilidades. Que no vengan de fuera las soluciones, sino salga de nuestra propia sociedad. Hasta entonces creo que la penuria y pobreza serán constantes en nuestro pueblo.
De nosotros depende.
Comentarios
Pero para eso, este pueblo aplatanado, relativista y hedonista tendría que cambiar. En cuanto no tenga dinero para cremas y ropitas, ya verás como lo hacen. Entonces será tarde. Entonces, Canarias será una República independiente, africana, emisora de pateras y musulmana. Y entonces, algunos recordarán. La única cosa que pido es no tener que ver eso.
Saludos, Esteban, y para don Luis.