Homenaje de la Parroquia de Tamaraceite a Carmelina del Toscón.
Hablar de Carmelina en Tamaraceite son palabras mayores. Porque Carmelina en mi pueblo es toda una institución. Persona creyente y comprometida con su parroquia y con la diócesis. Acompañó a todos los sacerdotes que se ordenaron en nuestra diócesis desde hace más de 40 años atrás. Y de todos se acuerda, tal procesador fuera, de la fecha de su ordenación como diáconos y como presbíteros. Una memoria digna de cualquier genio, que la sabía, y la sabe aplicar para dar a conocer a ese Jesús que ella bien lleva dentro. Mujer llena de contrastes pero querida por todos. Con carácter pero sensible, buena vecina y mejor parroquiana. Su fama trascendía nuestras fronteras porque era conocida por cualquier persona que frecuentara la casa de la Iglesia y el Obispado. Muchos fueron los obispos que conoció, pero con los que llegó a trabajar más directamente fue con Pildain, Infantes Florido, Echarren y ya los últimos años con Don Francisco Cases. Todos tenían con ella una palabra de cariño porque se lo ganaba a pulso. Durante muchos años representó a nuestra parroquia en asambleas, consejos diocesanos o cursillos que se impartiesen. Siempre llevando Tamaraceite al centro de la diócesis. En los últimos tiempos no faltaba el Piedra Viva, nuestra revista parroquial, en el Obispado. En El Toscón, su barrio natal, es toda una figura respetada ya que por ella pasaron muchos chiquillos de los que hacían la Primera Comunión en la Parroquia en su etapa como catequista. Fue también durante muchos años, desde la construcción de la iglesia de El Toscón, la sacristana oficial y ella hacía y deshacía a su antojo. Su mano todavía está presente en aquellas paredes como lo estará, y esperemos que por muchos años, en nuestra parroquia de Tamaraceite. Por ello anoche la parroquia la homenajeó en su pueblo natal y hasta allí se desplazaron muchos que quisieron estar con ella en este día tan especial. Gracias Carmelina por todo.
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Un abrazo.
Tita Arencibia
Lucia Arencibia