Esa otra clase de delincuencia
Por: Pedro Domínguez Herrera |
Hay una clase de
delincuentes que pasan por ser honrados padres de familia, que compran objetos
robados, que tienen en sus casas toda suerte de herramientas y
electrodomésticos y que van cargados de oro con cadenas y pulseras de cientos
de euros, con relojes de los mas caros que no permiten sus economías. Se da el
caso de ver en algunos coches con opciones para la chatarra, equipos de música
de los mas caros. Hay algunos que palabrean antes la mercancía; neumático,
motos, herramientas …
¿Quién es más
delincuente?, ¿aquél que es el actor por
imperiosa necesidad de droga, o el que promueve con su dinero en beneficio
propio, al que delinque?
Nunca se ha
visto un drogadicto (de clase humilde), a no ser que sea un camello con buenas
ropas, ni bien alimentado o aseado… No tiene dinero sino para la droga, dinero
que les dan esa otra clase de delincuentes que dicen: “Si no se lo compro yo,
se lo compra otro”. Estos mismos que cuando les cae un familiar en esta lacra
se lo piensan mejor.
Si no
existieran estos “personajes honrados” no tendríamos que estar atrincherados en
nuestras casas, incluso ellos. La droga solo existiría para algunos que
pudieran comprarla, esos que pueden comer bien para soportar esta enfermedad y
no se verían en la calle esos trapos sucios andantes que dan compasión. Mucho
se tiene que insistir con esto a la sociedad. Una buena labor sería que la
judicatura aplique la ley hasta sangrar y los periodistas denunciando a tanto
loco y extorsionista concienciando a todos contra estos chorizos honrados.
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