Chani no quiere vivir sobre orines

Chani Jiménez lleva una semana durmiendo en una silla a la puerta de su casa, en Tamaraceite. Las filtraciones de aguas fecales que sufre desde hace años se han agravado de tal manera que estar en el interior resulta insoportable. «No se puede estar dentro de la peste que hay», explica mientras espera por una respuesta que nunca llega.


Ahí dentro no puedo estar de mal olor que hay, de la peste». Con estas palabras trata de describir Chani Jiménez la situación tercermundista que presenta la que ha sido su casa durante casi 30 años, un sótano en la trasera de la calle San Daniel, en el barrio capitalino de Tamaraceite, que lleva una semana anegado de aguas fecales.

Ante la falta de alternativas, a Chani no le ha quedado otro remedio que dormir a la intemperie. «Estoy durmiendo en una silla de la playa en la puerta de mi casa, porque dentro no puedo estar», se lamenta.


Sin embargo, no es una situación nueva la que vive, ni mucho menos. Esta vecina de Tamareceite lleva años denunciando que su casa no reúne las condiciones mínimas para ser habitada por un ser humano. Humedades que han dejado al descubierto los bajantes de las viviendas superiores, repetidas filtraciones de aguas fecales y presencia de insectos y hasta de ratas, que en una ocasión incluso la atacaron, son aspectos que se ha cansando de denunciar.

Fuente: Canarias7

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