¿Absurdo yo, tú él, nosotros, vosotros...? ¡¡Ellos!!




No digo que yo habiendo estado en los mismos sitios que otros haya visto más; con igual tiempo, a observar empleado. Si yo creyera que sí, “me fastidio para mí”, pero no afrontaré la imprudencia de declararlo.
No puedo negar que he visto porfías entre un negro y un blanco; diciendo el negro que el objeto es blanco y el blanco diciendo que la cosa está negra. Entre el blanco y el negro de los actores y lo más oscuro y más claro del objeto ha estado siempre la cosa: fue gol, no fue gol; fue penalti, no fue penalti; es blanco, no, es amarillo clarito; es un hombre malo, no, es una bella persona; el carnaval es la puesta en escena del atraso de un pueblo, ¡no!, el carnaval es la esencia de la efervescencia de la extracción de la sublimación de la cultura de un pueblo. Así eternamente serán las dos caras principales de cualquier asunto: verdad - mentira, blanco - negro, macho - hembra.
Se escucha decir y no a pocos que hay que nacionalizar la banca y salirse de Europa. Por otro lado que los dineros recibidos de Ella en el concepto que sea, no se los den a los bancos sino al pueblo necesitado y a las pequeñas empresas. Estos disparates de terrible fanatismo, propios de mentes tocadas, los ve fácil todo el que sabe que la incautación de la banca ¡siempre! Es posterior a derramamientos de sangre. Es de simpleza que es un relajo, ver que dar dinero a familias muertas de hambre es como dar cinco euros a un niño que se los gastará en su necesidad; ¿le vas a matar porque se ha gastado lo que no le cuesta el pan de quince días?. Si cree usted que yo estoy a favor del capital y en contra del desvalido, relea porque no está entendiendo nada.
Señores y otra vez señores, para salirse de Europa hay que devolver las perras que se deben.
El otro único camino zurdo que hay es irse a la selva de Firgas en traje de camuflaje y con armamento y mientras más piojos en pelo y barba mejor. Hasta que llegue “el día de liberación” para poner cartillas de racionamiento. No habrá de nada porque nadie nos fiará y ¡a vivir de discursos televisados de cuatro horas! ¡y vengan asambleas de seiscientos tíos en habitaciones grandísimas! ¡¡¡y nuestras mujeres al servicio del mundo entero por cuatro perras!!!.
Lo dice el angelical Punset: cada cual ve lo que ve, es cuestión de cerebro. ¿Porqué a los que ven visiones (si fuera yo el que las ve, procédase conmigo) no se les coge de oficio y se les somete a tratamiento psiquiátrico, para aliviarle la inquina y malestar que le produce ver el capital que será eternamente en el mundo el amo, aunque aparezcan trescientos mil Marxs y ciento veinte mil Lenines?.
Hablar contra el dinero es tan vano y tal pérdida de tiempo que, si hubiera dinero había de explicársele bien a todo inteligente alegre, la gran consistencia del aguijón en espera de la patada. Todo intento de mejorar a los desvalidos se cuenta por fracaso y muchas veces la muerte.
Nacionalizar la banca sin sangre ¡¡¡imposible!!! Por consiguiente, cósmica gilí-mentecatada. Salirse de Europa sin una perra para pagar la fatal deuda ¡¡¡imposible!!! “El que lo imposible pide, lo posible aún no le dan”. “El pobre cuando se muere si es que pál cielo no va, después de haberle fastidiado aquí también le fastidian allá”. El que nace pobretón le pasa lo que al cabrito, o le matan cuando chico, o queda para varón. Estos adagios son verdad en pelete, antes ahora y siempre; lo demás: literatura. ¡¡¡y dinero!!!.

Antonio Domínguez Herrera.

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