¡Adiós Antonio, Adiós "Padrino"!
Por: Esteban G. Santana Cabrera.
¡Llevamos una rachita en Tamaraceite qué no vean! Hace poco más de dos semanas que perdíamos a Benjamín Saavedra y quedó Tamaraceite impactada ante tal noticia. Porque cuando una persona buena y encima, buena persona, se nos va, un vacío se nos queda en el cuerpo y en el alma. Pero a la marcha de Benjamín a la Casa Celestial se les han ido sumando estos días los nombres de otros vecinos que han contribuido a hacer la historia de nuestro pueblo, y lo que somos y cómo somos se lo debemos en parte a ellos también. Al igual que Benjamín, Rafael, Gloria, Pepe Juan, Santiago y Antonio han sido vecinos ejemplares y que han sido ejemplo de buenos vecinos, luchadores, emprendedores y trabajadores, pero sobre todo, querían a su pueblo, y cada uno a su modo, contribuyeron a crear conciencia entre sus allegados y vecinos sobre la necesidad de sentirse orgullosos de ser de aquí, de Tamaraceite.
Pero hoy, si me lo permiten, quiero recordar especialmente a Antonio Rodríguez Trujillo, "el Padrino" como todos lo llamábamos cariñosamente. Un ejemplo de superación y de que realmente se puede cambiar. Como bien me decía él en más de una ocasión, había nacido dos veces, porque le tocó vivir una primera parte en la que no supo canalizar su inteligencia y su talento en positivo, recordemos que estudio electricidad, lo que le llevó a la "mala vida", envuelto en el alcohol y la paranoia y a estar de carnaval de febrero a febrero.
Pero Antonio supo aprovechar la segunda oportunidad que le dio la vida y se convirtió en un vecino amable, querido por grandes y pequeños, cariñoso, que siempre tenía una palabra o un hecho que contar o consejo que dar. Sus paseos por el pueblo y su presencia en todo acto civil o religioso que se preciara.
Orgullosísimo de haber sido modelo de Jesús Arencibia, sus manos quedarán para siempre plasmadas en el mural de nuestra iglesia parroquial de Tamaraceite. Antonio "el padrino" fue galardonado años atrás como Premio Radio Tamaraceite a la superación, ya que logró, tras muchos años sumidos en el alcoholismo y la marginalidad, desengancharse y reinsertarse en la sociedad. ¡Y vaya que se reinsertó! En noviembre de 2014 Tamaraceite le volvió a tener en cuenta y se le hizo un homenaje por parte del Ayuntamiento en la Casa de la Cultura para reconocerle su valor.Fue un ejemplo al valor que tuvo al afrontar la enfermedad y hablar sin reparos de la muerte, ésa que nos llega a todos y a todas algún día.
Orgullosísimo de haber sido modelo de Jesús Arencibia, sus manos quedarán para siempre plasmadas en el mural de nuestra iglesia parroquial de Tamaraceite. Antonio "el padrino" fue galardonado años atrás como Premio Radio Tamaraceite a la superación, ya que logró, tras muchos años sumidos en el alcoholismo y la marginalidad, desengancharse y reinsertarse en la sociedad. ¡Y vaya que se reinsertó! En noviembre de 2014 Tamaraceite le volvió a tener en cuenta y se le hizo un homenaje por parte del Ayuntamiento en la Casa de la Cultura para reconocerle su valor.Fue un ejemplo al valor que tuvo al afrontar la enfermedad y hablar sin reparos de la muerte, ésa que nos llega a todos y a todas algún día.
Antonio, siempre te recordaremos, Igual que a Benjamín, desde estas líneas pido a las autoridades municipales a que consideren a Antonio Rodríguez "el padrino", como propuesta a formar parte de nuestro callejero, porque aunque su espíritu siempre estará con nosotros, nuestras calles son de nuestra gente, de la gente buena que, como Antonio,con su ejemplo, engrandecieron a este pueblo.
Comentarios
D.E.P.
J.J. Mujica Villegas
Padrino, cuantos recuerdos y conversaciones tuvimos y cuantas fotos te hice, pues en todas estabas tú.
Hoy y siempre con esos recuerdos, te llevaré y me acompañarás, pues no te voy ha olvidar como tu Pueblo.
Nos hemos quedado sin padrino, un personaje que tenemos que tener muy en cuenta.
Tus gentes están contigo, espero que te hagan un homenaje y algo mas que te mereces.
Como siempre: Adios Padrino.
Ya mantuve yo y mantengo, que Antonio era sumamente inteligente pero, nunca leyó a los alemanes y vivió siempre los choques eléctricos “tormentosos” de la alta tensión que rayos producen. Sus quehaceres psicológicos le tenían siempre embarazado de preguntas sin respuesta, dado que no hay respuesta si no se es ayudado por lectura eficaz en medio del abuso, el negocio, intereses, ignorancias, y… la mentira misma, que a cualquiera rodea en cualquier grupo social aun por pequeño.
Antonio sufrió mucho en manos de los que en vez de darle respuestas a sus demoledoras inquietudes, le brindaban más inseguridades.
Cuando se es un tolete no pasa nada. Cuando se es el fuera de serie que fue Antonio, solo hay un camino para no volverse lleno de contradicciones; y ese camino es, son, las lecturas (que no tuvo) seleccionadas; no indiscriminadas.
Antonio recibe el último saludo de Antonio Domínguez, que, como bien sabes, también anduvo descalzo por los senderos de la Montañeta. Ya no nos veremos jamás ¡así es la muerte! Y hay que aceptarla, porque si no, mata igual.