¡Tamaraceite se vende!






















Poco a poco vamos perdiendo nuestro territorio, y lo que es peor el arraigo de los que por aquí habitan. Poco les importa dónde viven, ni qué historia hay detrás de estas tierras, ni cómo era la vida por estos lares no hace mucho tiempo. La imagen que podemos ver ilustra claramente el sentir de nuestros vecinos, de los de siempre, que lloran al Tamaraceite de antes, rural, cercano, donde toda la gente se conocía, en el que la barbería o la tienda era el punto de encuentro y el lugar para ponerse al día de todo lo que acontecía a nuestro alrededor. Ni las redes sociales han podido suplir el volumen de información actualizada que daba de sí nuestro distrito y que personajes de nuestro pueblo como Murillo se encargaban de compartir, como mismo hacemos ahora desde casa sentados en el sillón, pero en esos tiempos en vivo y en directo, cara a cara. 

Ya la gente no siente salir a la calle, a la tienda, a la parroquia, al campo de fútbol o a la peluquería, hay un sentimiento de querer salir de aquí a toda costa y que parece que no hay quién le ponga remedio, ni proyecto participativo ni actividad participativa en la que los propios vecinos sean los protagonistas.

Tamaraceite se vende y con ella se vende nuestra historia, nuestros sentimientos, nuestra identidad de pueblo para convertirla en barrio dormitorio y ahora comercial, donde el coche es el protagonista principal y casi único de esta película. Todo en función del coche y no del peatón o lo que es lo mismo, de la persona. ¡Tendremos que ir cambiando el chip!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En relación a su escrito,Tamaraceite esta decepcionado,cansado y aburrido de todas las Falsas promesas de nuestros políticos,Solo han habido especulaciones con nuestro espacio,con nuestra tierra,donde los niños podían ir a jugar en nuestros estanques.Por eso siempre nos hemos conciderados de pueblo por los espacios que teniamos nos sentiamos libres,(siendo un barrio de la ciudad de Las Palmas de G.C.)Lo único que les han importado ha sido nuestro espacio para las edificaciones,dando licencias de obra al "tutiplei".Cemento y más Cemento.Donde esta el espacio que había para nuestro llamado CORREDOR VERDE?.Que tanta "mofa"a generado.Lo único que se pedía era un espacio donde cualquier vecino pudiera salir a pasear por un sendero con árboles,bancos,etc.etc.Quizás con la intención de no perder nuestra identidad de "pueblo" Pero ya el mal esta hecho, Nos han dejado"Morir"........Ante.
Eva Mª Molina ha dicho que…
Estoy con este 1º anónimo:Tamaraceite ya no se conoce, cemento y más cemento, pero pienso ¿Tienen la culpa los que han comprado los terrenos? O los dueños, especuladores que han decidido vender los terrenos? ¡¡Total!! Ya los terrenos no daban ganancias como años atrás (desgraciadamente). Yo viví en una finca, donde se plantaba el millo (dicho en canario) se cosechaba, se tostaba y se llevaba al molino, donde había árboles frutales, plataneras, trabajo para muchos hombres y algunas mujeres, pero desde que se fueron yendo los mayores, que por otra parte habían dado carreras universitarias a sus hijos, seguramente para que llegaran mejor preparados para años venideros, el pueblo, nuestro pueblo de Tamaraceite se convirtió en ciudad dormitorio, cemento y especulación, atrás han quedado tantas cosas que ya no volverán, aunque nuestros descendientes no le darán la importancia que nosotros le damos, ell@s ya no tendrán noción de lo vivido aquí por sus abuelos, sus padres. ¡¡Esto es el "progreso" que nos ha tocado vivir!!
Víctor ha dicho que…
Esto lleva pasando décadas y le ha llegado el turno a Tamaraceite. La población no para de crecer en este archipiélago porque el nacionalismo de verbena que padecemos nunca ha defendido una ley de residencia que limite y regule la población. Así tenemos a casi 2 millones de almas que deben distribuirse por ese 50% del territorio que no está protegido. Lo que trae más necesidades crecientes de infraestructuras que deterioran el territorio irremediablemente. El abastecimiento de comida está supeditado a que se mantengan los flujos internacionales de suministros así que en caso de fatalidad estaríamos mucho peor que en la posguerra incivil, donde había menos bocas y más cosas que echarse a la misma. La alienación del territorio y de sus moradores es casi total. Esto y no otra cosa era el progreso. Porque progresar no siempre es bueno...Que se lo digan al que está al borde de un precipicio.
Eva María ha dicho que…
Buena observación, Victor Androano!!
Anónimo ha dicho que…
Totalmente de acuerdo con los comentarios,sobre todo,Victor Androano,por su certera explicación a lo que sucede.Solo llevo vieviendo en el barrio,diez años.Un piso nuevo,con promesas de infraestructuras que por supuesto,han sido solo eso,promesas.La incongruencia de ciudad del campo,arriba y abajo,Una mezcla de viviendas de protección oficial,sociales y chalets unifamiliares.Desconfianza que no fomenta precisamente la unión.Mal servicio de transporte,con el resultado de un exceso de vehículos que provocan atascos.Un sin fín de problemas que pesan cada vez más, cuando pago la cuota de la hipoteca.

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