¡De pena!
Los usuarios y vecinos del Camino Viejo ven como día tras día sus laderas, acequias y el propio camino se convierte en escombrera porque desaprensivos tiran escombros sin escrúpulo alguno. Una pena que no sean pillados por otros ciudadanos o por las autoridades para que las paguen con todas las de la ley. Y mientras nuestro paisaje yace herido.
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