De cómo se mancilla el honor.

Por Antonio Domínguez

Negrín que tantas vísceras putrefactas manipuló, inmediatamente a la sajada del bisturí, murió de pena en Francia, solo; por haberse atrevido a mirar con ojos horrorizados “el mondongo” de la traición y la anarquía de un montón de “genios “de la maledicencia inagotablemente rica en recursos para ello. Todo eso y más a sus espaldas, cuando no de frente, mezclando veneno con sus alabanzas. Muchos fueron los que se creyeron más capacitados para la presidencia del país cuando la guerra estaba perdida. Consecuencia siempre de la algarada: que “Pancho Villa” les pasó por encima emulando la apisonadora.  No pudo jamás resistir la idea de lo que sufría la España perdida, por no haber podido (y mira que lo intentó) transmitir la cohesión y el compromiso a unos hombres ya bañados (que fueron) en sangre propia y ajena; desorientados, enajenados por la misma, y de tanto sufrir: fieras irreversibles, más que hombres. Para eso son las grandes penas,-me refiero a Negrín-: para que maten lentamente (a veces de sopetón) cuando y como a él, a cuantos les toca vivirlas. Transitando la larga distancia.

¡El camino desde luego,  no existe! Y que se hace al andar, serviría si al final se recordaran todos los caminos andados; en cuanto que no, es una machangada de Antonio. Los caminos olvidados se deshicieron cuando se olvidaron porque se marcharon de la conciencia. ¿Quién puede hablar de un olvidado camino? ¿Quién puede preguntar por un camino olvidado? En efecto, ¡ni existe ni se hace! DEVIENE. ¡Lo que no está en la conciencia no puede querer la existencia! ¿Qué tiene que ver esto con Negrín pregunta? Hombre esfuércese un poco, coja vereda para ir haciendo prácticas, mire que las va a pasar canutas si tiene que escuchar para comprender al presidente del cabildo si no se va fogueando con cosillas flojas como estas; cuando tenga que leer a personas de afiladísima enjundia humanística, próceres del procerato: con dignidad de próceres, que se prodigan ahora en aparición semanal en todo tipo de publicación y en periódicos oficiales en soflamas casi siempre domingueras, como son Román, Oramas, Julios, ¿Claudina?, ¿J. M. Pérez?, Soria en otros tiempos, y Morales últimamente; el mas dechado y dotada criatura en el saber; cuanto portento quede por no acordarme ahora de él; que con seguridad también es de grandísimo talento: desparramado en el solar canario como maná que gracias a él (ellos) y a Dios tenemos el alimento diario.- Ya podemos vivir de vacaciones pagadas por el cabildo sin dar golpe-. ¡Vamos a ver como caen “cuando se les acabe la pared“! ¡¡Cuando termine de caer Canarias!! Ya ellos estarán en sus casas. ¡¡Cuantas ventajas de disponer en política tiene la política!! Cuando terminan su mandato ¡porque les echan!, no van a la cárcel; ya se entra en “una legión donde a nadie le importa ni se ha de juzgar vida pasada”. ¡¡Vaya chollo caballero!!