Cinco pensamientos


Por Antonio Domínguez
1. No solo por mercantilismo intelectual de los escritores en sentido estricto; sino que también las humanidades en este mundo tiradas a basura están; es por cuanto qué en la parcela literaria se palpa la desolación y la muerte desde hace más de medio siglo. No hay nada intocado para la originalidad, o por lo menos no ha aparecido una originalidad tocada del DON que incluso en lo choteado construya.
Dicho sin anestesia los premios Nobel han perdido su prestigio. Por ejemplo, el de literatura se está concediendo a hombres demasiado pequeños (suaves brisas en el silencio) en esa especificidad. Sería pueril y hasta una ofensa a la inteligencia ajena entrar aquí y ahora en los detalles que les prestigian, o lo contrario. Han de perdonar que dé aunque sea una señal “de mi desequilibrada opinión”. Dice Juanito Cruz, así llamado por Llosa, que hay una lista, que a mi parecer rebaja a Don Miguel de Cervantes (el escritor más grande de todos los tiempos... ¡y si no lo es atrévase a decir otro que se le pueda comparar!) poniéndole a la altura de la verdadera enfermedad del mundo: los escritores a tongas que otros escritores venden para poder comer; o lo que es lo mismo, los más encumbrados se retroalimentan de los menos: de la tropa y viceversa. La finalidad única es la venta de libros; ni se me ocurre que pretendan perdurar en el tiempo; se había de ser tolete para eso. No quita para que terminen cargándose la amazonía demandando más papel para ellos tiznarlo y estropearlo. No emplea Don Juan Cruz, el Don para Don Miguel y le enreda con una partida de “chupatintas garabateadores” de su respecto al que Cruz Ruiz se lo quita (el don) llamándole como a los demás que son: Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Gabriela Mistral y no se si etcétera. De esta lista es de la que se asombra Mario por él a ella pertenecer y con razón; porque si particularidad tiene el Nobel de literatura es que el último que lo os-ten-ta es más malo que el anterior. Si el asombro de Vargas es que le comparen a D. Miguel de Cervantes ¡hombre tenemos! Pero, si lo que le hace sufrir por querer él estar a esa altura, es “el batallón de los torpes” dará la medida de su inocencia; creo (siempre según mi opinión) que es lo que está en su fuero interno. Un hombre alto de una grandísima alegría angelical que le coge todo el pecho (por dentro).


2 Sabemos que nos salimos de la contención y el respeto, que aunque parezca mentira o les abrazo con respeto, a la contención y al respeto, pero, en algo hay que fallar si no se quiere ser un dechado de virtud. Se sabe que la virtud sirve para huir de las situaciones genuinamente humanas inapelables y perentorias. La virtud tiene la virtud de inventar sobre la marcha disimulos “humos (cortinas) y polvajeras de viento” y cuanto haga falta para el suay suay, para que esté todo okey. Para que no se muevan las aguas y cuanto símil falte aquí.
La virtud existe como la más selecta excelsa forma de mentir; de lo que se concluye que ¡la virtud es mentira!. ¿Es esta una lógica informal, un tipo de deducción irracional porque le falta una proposición o premisa al silogismo y en buena lógica no se puede llegar a la conclusión? Pues ¡claro que es así y es falso el silogismo! Advierta qué, más o menos esto lo dijo Don José de Espronceda hace una jurria de años: “la virtud –no solo se quedó en ella sino que dijo lo mismo del honor- solo de nombre existe en el mundo engañador”. Puede que sea lo dicho un atrevimiento de Don José, (porque lo que yo he dicho no importa) pero estoy con él y su osadía.


3 ¿Parece recurso literario?: ¿llegar a tesis antitedio ayudantes de rellenar vanidad para poder llevar la vida?
¡Nada más lejos cuando se queda uno aislado en el propio punto de vista!; metido en la duda del disparate o en la sapiencia de verle brillos al asunto. En cualquier sentido no es muelle ni opiáceo argüir de asuntos azules. Hay que ponerse en clave de sufrir para atisbar sufrimientos “reales”; quiero decir que el que toma como entretenimiento y mandando la empatía al carajo, el sentimiento del sufrir humano, sea quien sea ese humano y represente lo que represente en el mundo, no tiene corazón ni hombría de bien. Yo resumo y lo califico de tolete y queda todo dicho.  Por si le sirve de consuelo, respetado lector, yo mismo no entiendo muy bien lo que he querido decir en este apartado 3.


4 ¿Porqué es imposible profundizar en la diversidad de los hechos? Incluso en la poliedricidad de un solo hecho malamente podemos estar de acuerdo con “su realidad” a la primera lectura de las cosas. Se nos gana siempre por atracción; nos entusiasmamos a buscar en el por si acaso. En el encantamiento de vislumbrar de que nuestras vivencias se desarrollen ambivalentes; esto es que concienciemos solo el 50% de su/la realidad. ¿La otra mitad la ignoramos? ¿La podemos circunscribir a las creencias? ¿Son ignorancias las creencias?
El temor psíquico del hombre (nada ajeno a las creencias) es ser expulsado y ello le convierte en el gran expulsador por solo ese temor. Las lindes del primer país se pusieron después de que los más fuertes expulsaran a los más flojos y así sucesivamente. Los latifundios dentro de los países se han hecho al estilo del Conde de Montecristo, esto es, comprar al precio que sea. Toma dinero, palos o chantaje (así es toda venta). Allá adentro en el fondo, también es: yo te expulso por tu necesidad de vender o por tu avaricia de dinero y olvida lo que fue tuyo.
Un hombre solo expulsa del tálamo a la pacotilla enamorada de la mujer más hermosa del pueblo, porque ella le prefiere ¿por sus méritos de expulsador? ¿Por eso y así la ganó?. ¡A saber porqués que van muchísimo más allá de las pesas medidas y monedas con su origen en el metro!. En democracias los hombres expulsan los mandos para dar entrada a otros iguales, con el voto. En las dictahierro el mando expulsa al infierno,  a la totalidad desigual que “entrega” a la totalidad de unos pocos. Estaría de acuerdo con quien me dijera que el hombre es la expulsión –de ideas, de consejos, “de quien le aprecia”, de quien le odia; de todo lo que es y sabe más que él; de lo que le interesa y no y etcétera absoluto porque sabe que él, a su vez, está siendo permanentemente expulsado. El hombre si no es expulsado por otro hombre se autoexpulsa en el daño hecho a otros. Observe, fíjese muy bien y verá que todo queda en casa. ¿Está el hombre libre de expulsiones en el seno de la propia familia? ¡¡que va!! ¡¡Ojalá compañero!! El hombre no se salva en lo particular de lo que es en lo universal. Solo podemos decir poco más para no inflar mucho y no quitarle su tiempo. ¿A qué ese silencio familiar durante el desayuno, por el que se puede escuchar el vuelo del insecto mas pequeñito? Oyó ayer y no se enteró a su vez, lo que hoy ya por la mañana empieza a comprender por las caras largas reciprocas obedientes a la mala baba del resto de la familia por aquello que él no comprendió ayer “la crueldad” con que se dijo aquello? De lo que dijo uno tampoco se enteró el otro, y aquí es indiferente porque el mas avisado nunca espera putadas de familiar directo.
Quién conozca la esgrima sicológica de sus seres queridos puede decirle a su psiquiatra que se considera Dios a sí mismo; al psiquiatra no le quedará más remedio que creerle porque ¡¡habilidad como esa solo la tiene un Acoran-Mani

Comentarios

Entradas populares