“¿QUÉ ES LA SINCERIDAD?” “¿QUÉ ES LA HONESTIDAD?” “¿QUÉ ES LA LEALTAD?”
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| Por Luis C. García Correa |
Vivir las virtudes enaltece y acrecienta la sinceridad, la honestidad y la lealtad.
La sinceridad es la virtud de los privilegiados, que reparten la verdad a manos llenas.
La honestidad es la virtud de las grandes personas, su honradez e integridad, y se manifiesta en el decir, en el hacer y en el compartir el AMOR Y LA AMISTAD a manos llenas.
La lealtad es la virtud de los sinceros y de los honestos porque no solo dicen la verdad, le añaden el complemento directo de la verdad con sinceridad.
La sinceridad, la honestidad y la lealtad incrementan el AMOR Y LA AMISTAD para con los otros.
Vivir de espaldas al amor de los demás, degrada la vida a cotas que pueden llegar a la irracionalidad de los animales.
"¡El ser humano es el único capaz de ser sincero, honesto y leal!"
Desaprovechar las oportunidades de ser sincero, honesto y leal nos pone en el camino de ser esclavos del mal.
"¡El mal nos acecha buscando su oportunidad en todo momento!"
"¡No nos dejemos, nunca, ser dominados por el mal!"
Dominar el mal nos cura, nos limpia, nos engrandece y nos pone en el camino de la necesaria y ambicionada santidad, esa meta para todos los hombres, esa plenitud de una vida lograda.
La santidad es la meta que podemos alcanzar viviendo con sinceridad, honestidad y lealtad. Así caminaremos por la vida con pie firme y eficaz, con paso decidido, consiguiendo vivir la felicidad en libertad.
La vida tiene sentido y valor cuando la desarrollamos y fundamentamos en valores éticos, morales o religiosos.
La ética, la moral o la religión nos ponen en el camino de la verdad, de la realidad y llenan nuestras vidas de valor y contenido, para vivir el presente y programar el futuro de felicidad y de libertad.
No perdamos el tiempo en atender lo que nos dicen quienes quieren imponer su voluntad con el torcido fin de conseguir adeptos tan solo para utilizarnos y hacer su voluntad.
Debemos siempre estar alerta con los que pretenden convencernos del pasotismo, el individualismo, el que no nos importe lo que les sucede a los demás, el que debemos solo preocuparnos de nosotros mismos y olvidar a los demás.
"¡Los demás somos todos!"
"¡Todos nos necesitamos los unos a los otros!"
"¡Nadie vive solo y desamparado de los demás, eso nos arrastraría al mal y nos convertiría en esclavos del mal!"
"¡Todas las esclavitudes nos restan y nos quitan felicidad y libertad!"
"¡La sinceridad, la honestidad y la lealtad son virtudes que debemos fomentar y desarrollar para caminar certeros y seguros por el camino del bien, y así evitaremos el mal, y llegaremos a la plena felicidad en la plena libertad!"
Nacimos para ser felices y libres, de nosotros depende que lo seamos.
"¡Seremos felices y libres si somos sinceros, honestos y leales con nosotros mismos y con los demás!"
La sinceridad, la honestidad y la lealtad nos fortalecen para crecer en virtudes que llenarán nuestras vidas de valor y contenido, y al hacer balance de lo vivido nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos, con el uso que hemos hecho de la vida que nos ha sido dada, con haber podido ayudar a tanta gente que estaba con nosotros en el camino.
La sinceridad, la honestidad y la lealtad las viviremos si nuestra meta es ser honestos, sinceros y leales con los demás.
La sinceridad, la honestidad y la lealtad son los grandes medios para vivir con felicidad en libertad.
La felicidad y la libertad se complementan y se desarrollan cuando vivimos siendo honestos, sinceros y leales con nosotros mismos y con los demás.
La sinceridad, la honestidad y la lealtad nos hacen en esta vida gozar de la felicidad y de la libertad.
No hay felicidad ni libertad sin sinceridad, honestidad y lealtad.
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