“¡EL RESURGIR DEL ASOCIACIONISMO VECINAL!”

Por Luis C. García Correa   
El resurgir del asociacionismo vecinal es la esperanza de un mundo mejor. Me refiero a las ciudades, pero ocurre también en los pequeños pueblos, barrios, y asentamientos rurales.

No lo dude. El resurgir de la unión de los vecinos de un barrio es la meta, si se quiere una vida mejor, en paz, con progreso, con felicidad, y reforzando la libertad.

Lo bueno siempre está en disposición de resurgir, y de crear los medios necesarios para mejorar. Pero hace falta voluntad, fe, esperanza, caridad, valores humanos y sociales, en especial humildad.

La voluntad es el don de los grandes.

La fe es el don de los creen en los demás.

La humildad es el don de los que viven la santidad.

La esperanza es el don de los que no tienen duda de que estamos hechos para la felicidad y que la felicidad llegará.

La caridad es el don de los hombres buenos.

La voluntad, la fe, la esperanza, la caridad y la humildad son los sumandos del progreso en el bien común.

El resurgir del asociacionismo vecinal es el gran ejemplo de que el bien superará al mal.

"¡La honesta y participativa unión de los vecinos es la solución para el bienestar personal y común de todos!"

No lo dude. He vivido casi milagros cuando las asociaciones de vecinos estaban y actuaban de forma normal y natural.

Las juntas, las reuniones vecinales era un ejemplo a imitar.

Cuando se convocaba al barrio la asistencia era masiva, con la gran particularidad que todos remaban en la misma dirección y el resultado era el bien de todos.

"¡El resurgir del asociacionismo vecinal es la esperanza que estábamos esperando y que tanto necesitamos!"

No lo dude: únase y sea un miembro honesto y participativo en su barrio. Si no hay asociación, coopere, busque ayuda, no trate de hacerlo solo, busque compañeras y compañeros, y conseguirá que su esfuerzo sea la bendición que necesitaban, usted y los demás.

"¡LA UNIÓN ES Y SIEMPRE SERÁ LA SOLUCIÓN!"

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