Un curso más a pesar de la nueva Ley
Por Esteban G. Santana Cabrera |
Liderar cualquier proyecto, de la índole que sea, político, social, educativo, sanitario, ... necesita una formación y unas competencias que deberían ir más allá de las buenas intenciones y el deseo de aprender del que asume tareas de responsabilidad. Liderazgo tiene que ir unido a compromiso, porque uno sin lo otro no tiene sentido. El ejemplo más claro lo tenemos en política, donde cada vez hay menos perfiles preparados, más "profesionalizados ", con escaso don de gentes, poca capacidad de trabajo en equipo, nula empatía y escasa capacidad de escucha. Pudimos leer en los medios de comunicación este verano como en el Parlamento había políticos que apenas habían intervenido en la actividad parlamentaria. Hablando el otro día con mi buen amigo Luis García Correa, me decía que lo que falta en política son políticos responsables. Y cuánta razón tiene, viniendo de quien viene estas palabras, un exconcejal de esta ciudad que por "responsabilidad" y por no poder llegar a todos los ciudadanos dimitió de su cargo. Pero mi amigo Luis, que ya tiene más de 90 años, ha sido un ejemplo de liderazgo en lo político y en lo social, liderando y encabezando un movimiento vecinal en una época, la transición, en que las necesidades eran muy acuciantes.
Comenzamos en cuanto a lo educativo, este mes de septiembre un nuevo año académico que va a ser movidito. Dos leyes educativas que se van a solapar y que está creando entre el profesorado y las familias cierta inquietud por lo que va a venir y, sobre todo, por cómo van a convivir dos leyes en un mismo proyecto educativo. Al hilo de esto me vienen a la cabeza unas palabras de la maestra y pedagoga Mar Romero que nos decía en una de sus charlas que las leyes educativas son como esas grandes piedras que nos encontramos en el camino y que vamos a tener que ir moldeando poco a poco y adaptándolas a nuestra realidad. No obstante, les lanzo la siguiente pregunta: ¿cuántas leyes hemos vivido en los últimos cuarenta o cincuenta años y cuántas de ellas han influido en el cambio educativo? Muchas se han limitado a cambiar unas materias por otras, a quitar horas de unas para ponérselas a otras y a cambiar criterios de evaluación y terminologías que en muchos casos no nos han aportado nada.
Por eso, los cambios, y más si cabe en Educación, necesitan líderes responsables y democráticos que logren motivar y liderar a la comunidad educativa hacia el logro de los objetivos que plantea la propia Ley. No se puede dejar siempre la pelota en el tejado de los docentes y que sean ellos, solo ellos, los que lleven adelante la implementación de cualquier cambio educativo, por muy insignificante que sea. Porque si no será más de lo mismo.
Por ello necesitamos, tanto padres como docentes, personas de referencia que no solo fomenten una buena relación entre toda la comunidad educativa, y no me refiero solo a directores o inspectores, sino agentes que sean capaces de implementar ese cambio, desde todas las esferas, que nos proponen.
Quizás falta capacidad de escucha desde los legisladores y aceptación de la crítica para aprender poco a poco e ir construyendo una Educación realmente competencial y significativa no una Educación continuista, que esté la ley que esté al final se continúa enseñando de la misma manera.
Este nuevo periodo necesita de líderes que fomenten la creatividad y la Innovación, haciendo posible la integración de distintas metodologías que fomenten un aprendizaje en el que el verdadero protagonista del proceso enseñanza aprendizaje sea el alumnado y nosotros como docentes, hagamos de guías y acompañantes en todo este proceso. Pero para eso hace falta inversión y no solo legislación y burocracia. Pretendemos implantar cambios con los mismos medios económicos de hace años y muchos centros educativos se ven abocados a tener incluso que pedir dinero a las familias para poder comprar materiales o realizar cambios en los centros. Ya nos gustaría contar con una dotación presupuestaria suficiente para no tener que pedir ni el material al alumnado. Pero eso es IMPOSIBLE.
Por cierto, a ver cómo solventa la Sra. Consejera de Educación lo del aumento presupuestario en gastos corrientes, porque la dotación actual no llega ni para medio mes.
La sociedad ha cambiado, el alumnado ha cambiado, pero no han cambiado las maneras de enseñar, desde Infantil hasta la enseñanza universitaria. está claro que, en este último eslabón, que debería ser el primero, es donde debe estar una parte importante de las fuerzas del cambio. De esos nuevos y futuros docentes que van a tomar el testigo a tantos otros que durante muchísimos años han realizado verdaderas "piruetas" para poder impartir la enseñanza bajo el prisma de la innovación.
Les deseo un buen comienzo de curso, porque, sin duda, es lo que necesita nuestra sociedad en estos momentos de cambio legislativo en el ámbito educativo. Un cambio que necesita de toda la comunidad, porque si no será un curso más.
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