¿Realmente son necesarios más campos de fútbol?

 

En esta imagen pueden ver el estado de las obras de los campos de fútbol de La Suerte. Nada más y nada menos que 18.605 metros cuadrados y una inversión de 2.990.624,44 euros invertidos y la pregunta que nos hacemos es siempre la misma: ¿Hacen falta más campos de fútbol en nuestro barrio? Porque a los campos de La Mayordomía que, por cierto, en esos terrenos estaba proyectada una gran biblioteca para los estudiantes de nuestro distrito, hay que sumarle el campo Juan Guedes, el campo de Piletas y el de Los Giles. ¿Tantos equipos federados hay en el distrito? Está claro que la respuesta es NO,  y van a ser ocupados por equipos de otras zonas de la ciudad donde en vez de campos se construyen parques e infraestructuras verdaderamente necesarias para el vecindario.

Muchos nos preguntamos si nuestro distrito va a seguir siendo el trastero de la ciudad y todo lo que no cabe en la ciudad baja o en barrios "residenciales" nos lo mandan para Tamaraceite, cuando realmente no son servicios para nuestro pueblo sino para toda la ciudad. Por ello debería estar más repartido y que este reparto sea más homogéneo. Y sobre todo porque estas infraestructuras, que no digo que no sean necesarias en la ciudad, se construyen en espacios que podrían descongestionar nuestro ya colapsado barrio. Y si no un ejemplo lo tienen en el centro sociosanitario que lo realizaron en la zona con más densidad de población, sin aparcamientos y sin un parque cercano para los vecinos de la Montañeta.

Y lo más triste es que dicen que lo hacen "para dar respuesta al compromiso que adquirieron con los vecinos, teniendo además una instalación deportiva aquí sin parangón, generando nuevos polos de atracción en nuestro municipio y, con ello, nuevos servicios para la ciudadanía como aparcamientos y viales de acceso".  Esto no hay quien lo entienda, que para hacer aparcamientos para los vecinos y nuevos viales haya que construir campos de fútbol y cargarse de golpe y porrazo casi 20.000 metros cuadrados de espacio libre, que ya estaba, y que no es que se haya recuperado de ningún lado.

Pero lo más triste de todo esto es que algunos vecinos se lo crean y defiendan esta obra como algo beneficioso para el barrio. Cuando echen a andar veremos a quién beneficia esta obra deportiva, porque no creo que los niños del barrio puedan acceder a ellas cuando quieran echar un partido o darle toques al balón. Tendrán que seguir jugando en las aceras o en algunos de los pocos cercados que quedan.