Distintas varas de medir para un mismo Espacio Natural
Por Esteban G. Santana Cabrera |
El otro lado de la moneda son Las Charcas de San Lorenzo, nuestra joya de la corona, que fue declarada como paisaje protegido por decreto del Gobierno de Canarias, previo trámite de información pública y audiencia de los municipios afectados y con informe previo del patronato insular de espacios naturales protegidos. Y ahí se quedó. Porque salvo dos acciones en el Camino Viejo, una por parte de Gesplán para señalizar la zona, hace años, cuando no estaba ni el complejo comercial, y otra por parte del Cabildo dentro de un Plan de Cooperación, el entorno de Las Charcas, de los estanques de barro, lo que ha hecho es irse deteriorando poco a poco. No debemos olvidar que los estanques de barro y su red acuífera tienen un valor etnográfico incomparable puesto que datan del siglo XVII. Por ello pretendemos la recuperación ambiental del espacio natural Charcas de San Lorenzo y que se convierta en un Parque Agroambiental, proyecto que ya fue elaborado y presentado al Ayuntamiento por una Comisión Técnica de biólogos, geógrafos, historiadores, geólogos, educadores ambientales, dirigida por el arquitecto canario, Carmelo Suárez, constituida por la Plataforma Salvar las Charcas de San Lorenzo que este colectivo ecologista promovió, integrada por decenas de organizaciones sociales, entre ellas el Club Rotario de Las Palmas, Ben Magec-Ecologistas en Acción, Adena, Seo Bird Life, Fundación César Manrique, movimiento vecinal de LPGC, etc., etc.
Según la cadena Ser, la Agencia Canaria de Protección del Medio Urbano y Natural (ACPMUN), dependiente de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el cambio climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias abrió en 2021 más de 1.400 expedientes de infracción en la función de control de la disciplina urbanística y ambiental con el objetivo de proteger el medio ambiente del archipiélago. En esta zona las agresiones al medio ambiente han sido numerosas, y siempre denunciadas por vecinos de la zona o asociaciones medioambientales. En muchas ocasiones estas han quedado en el limbo.
La Ley de Espacios Naturales de Canarias es clara a este respecto y en función de los valores y bienes naturales que se protejan, los espacios naturales protegidos del archipiélago se integran en una red en la que están representados los hábitats naturales más significativos y los principales centros de biodiversidad, con las categorías siguientes: a) Parques: naturales y rurales. b) Reservas naturales: integrales y especiales. c) Monumentos naturales. d) Paisajes protegidos. e) Sitios de interés científico
Los paisajes protegidos, como el que hacemos referencia, el de Pino santo, donde se encuentran las Charcas, son aquellas zonas del territorio que, por sus valores estéticos y culturales, así se declaren para conseguir su especial protección. Sí, lo dice la propia ley, especial protección y hasta ahora ha sido un espacio desprotegido que solo ha estado salvaguardado por el buen hacer de algunos de sus dueños actuales y la propia madre naturaleza, que ha puesto su mano para que los humedales no se conviertan en eriales y las aves puedan seguir viniendo a nidificar en su proceso migratorio entre Europa y África.
Y es que ni los propios usuarios de la zona saben que están en un paisaje protegido, porque la Administración no ha hecho su labor. Es claro el Artículo 182 de la Ley y en lo referente a la Señalización en sus diferentes apartados dice en su apartado 1. En los espacios naturales protegidos y sus límites se instalarán señales informativas que tendrán una base uniforme para todos los espacios naturales protegidos de la comunidad autónoma. Vayan a ver si hay alguna señal. Ya estamos hasta pensando mal, igual es que interesa que no se sepa lo que es para poder intervenir en ella.
Me gustaría finalizar, ahora que estamos en periodo preelectoral, pidiéndoles por favor, a los candidatos al Cabildo y al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que incluyan en sus programas el poder recuperar este entorno, repoblar con especies autóctonas, rehabilitar los estanques de barro y la arquitectura acuífera que hay en la zona y facilitar un entorno en el que las aves puedan volver a nidificar en la zona y propiciar que los escolares, no sólo de nuestro municipio sino de toda Canarias, así como las asociaciones, colectivos y grupos de personas en general, tengan un lugar donde, puedan conocer y disfrutar de un espacio agroambiental.
Exigimos que se tenga en cuenta el proyecto de Parque Agroambiental, aprobado en el Plan General tras una larga lucha ciudadana, y se tenga especial sensibilidad con nuestro patrimonio natural y cultural.
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