La ilusión de los Reyes en Tamaraceite
Por Esteban G. Santana Cabrera Pasada la Navidad, los niños, los de antes y los de ahora, esperan con especial ilusión y nerviosismo el Día de Reyes. En Tamaraceite, antaño, y de esto hace más de sesenta años, había distinción entre los niños de la Carretera y los de la Montañeta ya que los primeros alcanzaban a tener una patineta o bicicleta mientras que los otros, como mucho, alcanzaban golosinas, una muñeca de trapo o una “rasqueta”, de esas que dan vueltas y hacen ruido y con la que se recorría toda la Montañeta. Uno de los niños de esta época, que ahora tiene más de ochenta años, Pepe Lezcano, esperaba el día de Reyes con ilusión, aunque esta ilusión se transformaba en decepción y lágrimas al ver que otros tenían regalos y a él no le llegaba nada. Aunque juguetes tenían todo el año, carretones, tiraderas, trompos y boliches. Había un señor, Agustín Núñez, “el abuelo”, que tenía al pueblo surtido de carretones que tenían chasis, guardabarros de lata, dirección, etc. y estaba prep