El intercambiador de Tamaraceite sigue sin poder inaugurarse.
El intercambiador de la Cruz del Ovejero es esa inmensa obra que se puede divisar desde lo lejos pero que sólo sirve para eso, para mirarla desde fuera y no para lo que hace cinco años fue puesta su primera piedra. Tamaraceite se iba a convertir en una zona de tránsito como antaño y desde donde poder ir a cualquier parte de la isla y donde no iba a quedar ningún barrio incomunicado. Pero por lo que se ve fueron buenas intenciones y tras terminar la obra, ahora no se sabe qué hacer con este edificio y tanto dinero invertido. Esperemos que no se demore en el tiempo su inauguración porque cuando se vaya a utilizar realmente habrá que invertir de nuevo para hacer nuevas obras.
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