La OMIC propone una serie de consejos para un consumo responsable y moderado
A falta de poco más de un mes para que lleguen las fiestas navideñas la Oficina Municipal de Información al Consumidor del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (OMIC), quiere apostar por el consumo moderado y responsable. Con este objetivo platea una serie de recomendaciones que beneficiarán al bolsillo de la ciudadanía, procurando que el dinero rinda un poco más.
La primera parada es en el supermercado, donde dos o tres indicaciones pueden suponer una gran diferencia en el desembolso que realicen los consumidores. Para empezar es recomendable analizar bien desde casa lo que se necesita comprar, intentando además adaptarse al presupuesto con el que se cuenta. De este modo se puede elaborar una lista previa, lo que puede llegar a suponer un ahorro de hasta un 40 por ciento. Una vez ya en el centro de compra elegido hay que comparar la relación calidad-precio de los productos y plantearse la opción de las denominadas ‘marcas blancas’, que suelen ser las más económicas. Por último, se recomienda tener mucho ojo con la publicidad y no dejarse influir por ella.
Respecto a los recibos de luz y agua la meta principal es realizar un menor consumo, lo que no sólo reduce los gastos sino que ayuda a evitar el deterioro medioambiental. Primero, hay que tratar de aprovechar al máximo la luz natural, al tiempo que deben apagarse las luces de las habitaciones vacías.
También se pueden desconectar los electrodomésticos si no se van a usar, porque si se que quedan enchufados gastan igualmente, cerca del 10 por ciento del consumo eléctrico de los hogares. Esto mismo también sirve para los cargadores. Además se recomienda el uso de bombillas de bajo consumo, que a la larga duran casi 7 veces más. Por otro lado, es mejor ducharse que llenar la bañera, o cerrar el grifo al afeitarse o al lavarse los diente, sin olvidar cargar al máximo las lavadoras o los lavavajillas a la hora de utilizarlos.
La factura del teléfono y de Internet también se puede reducir, intentando no excederse en el uso y negociando con la compañía contratada para encontrar un plan de precios al alcance de las posibilidades de cada uno
En muchos casos el coche y sus costes son también un parte importante de los gastos familiares. Para reducirlos es conveniente mantener los neumáticos con la presión indicada por el fabricante, evitar arranques y frenadas bruscas y respetar la velocidad máxima. Económico y sano, además, es dejar el automóvil en casa si se van a recorrer distancias pequeñas, dando un paseo, recurriendo al transporte público o, incluso, compartiendo coche para ir al trabajo, por ejemplo.
En lo que a las temidas tarjetas de crédito se refiere, lo más importante es ser precavido con el uso que se hace de ellas, mejor tener una sola, y mejor aún, pagar en metálico cuando se pueda. También hay evitar los llamados “créditos rápidos”, que aunque ofrecen una cuota mensual baja, los intereses son altísimos. En cuanto a las hipotecas también hay que negociar la mejor solución posible con los bancos, como por ejemplo bajar la cuota alargando el plazo del préstamo.
Por último el ocio, que suele ser el sector en el que primero se mete tijera a la hora de ahorrar. Pero también es accesible si se siguen unas recomendaciones como prescindir de lo superfluo, en tiendas, restaurantes o cafeterías pagar en efectivo, recurrir a las bibliotecas públicas, comparar ofertas para viajar y, por supuesto, buscar alternativas gratuitas.
La primera parada es en el supermercado, donde dos o tres indicaciones pueden suponer una gran diferencia en el desembolso que realicen los consumidores. Para empezar es recomendable analizar bien desde casa lo que se necesita comprar, intentando además adaptarse al presupuesto con el que se cuenta. De este modo se puede elaborar una lista previa, lo que puede llegar a suponer un ahorro de hasta un 40 por ciento. Una vez ya en el centro de compra elegido hay que comparar la relación calidad-precio de los productos y plantearse la opción de las denominadas ‘marcas blancas’, que suelen ser las más económicas. Por último, se recomienda tener mucho ojo con la publicidad y no dejarse influir por ella.
Respecto a los recibos de luz y agua la meta principal es realizar un menor consumo, lo que no sólo reduce los gastos sino que ayuda a evitar el deterioro medioambiental. Primero, hay que tratar de aprovechar al máximo la luz natural, al tiempo que deben apagarse las luces de las habitaciones vacías.
También se pueden desconectar los electrodomésticos si no se van a usar, porque si se que quedan enchufados gastan igualmente, cerca del 10 por ciento del consumo eléctrico de los hogares. Esto mismo también sirve para los cargadores. Además se recomienda el uso de bombillas de bajo consumo, que a la larga duran casi 7 veces más. Por otro lado, es mejor ducharse que llenar la bañera, o cerrar el grifo al afeitarse o al lavarse los diente, sin olvidar cargar al máximo las lavadoras o los lavavajillas a la hora de utilizarlos.
La factura del teléfono y de Internet también se puede reducir, intentando no excederse en el uso y negociando con la compañía contratada para encontrar un plan de precios al alcance de las posibilidades de cada uno
En muchos casos el coche y sus costes son también un parte importante de los gastos familiares. Para reducirlos es conveniente mantener los neumáticos con la presión indicada por el fabricante, evitar arranques y frenadas bruscas y respetar la velocidad máxima. Económico y sano, además, es dejar el automóvil en casa si se van a recorrer distancias pequeñas, dando un paseo, recurriendo al transporte público o, incluso, compartiendo coche para ir al trabajo, por ejemplo.
En lo que a las temidas tarjetas de crédito se refiere, lo más importante es ser precavido con el uso que se hace de ellas, mejor tener una sola, y mejor aún, pagar en metálico cuando se pueda. También hay evitar los llamados “créditos rápidos”, que aunque ofrecen una cuota mensual baja, los intereses son altísimos. En cuanto a las hipotecas también hay que negociar la mejor solución posible con los bancos, como por ejemplo bajar la cuota alargando el plazo del préstamo.
Por último el ocio, que suele ser el sector en el que primero se mete tijera a la hora de ahorrar. Pero también es accesible si se siguen unas recomendaciones como prescindir de lo superfluo, en tiendas, restaurantes o cafeterías pagar en efectivo, recurrir a las bibliotecas públicas, comparar ofertas para viajar y, por supuesto, buscar alternativas gratuitas.
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