" Villa Marisol", algo más que una granja.

Un grupo de vecinos de mi pueblo de Tamaraceite ha ido poco a poco creando una pequeña granja, en un terreno cedido por otro de nuestros vecinos y muy cerca de donde Tamaraceite Sur acabará en pocos meses con cualquier vestigio de la Tamaraceite agrícola para pasar a ser el Tamaraceite macrocomercial.

Nuevos tiempos, no sabemos si mejores o peores, pero a buen seguro con menos sabor a lo nuestro, a nuestro pasado más reciente, rodeados de fincas, estanques y granjas.

No me quiero salir por la tangente ya que afloraría mi vena nostálgica, y quiero compartir con ustedes esta bonita experiencia de mi gente de Tamaraceite, emprendedora, colaboradora y trabajadora como los que más a pesar de no tener una nómina cada mes.

Todo empezó buscando un sitio para guardar los animales que salieron el año pasado en el Belén Viviente y la Pasión, y poco a poco se ha ido convirtiendo en una escuela de ganadería y agricultura a pequeña escala.

 Lo que empezó como una actividad para "matar el tiempo" de algunos que desgraciadamente en los días que corren no tienen la fortuna de tener trabajo, han ido aprendiendo a criar algunas especies y a cultivar su alimento. Miman varias plataneras que no hace muchos años nos rodeaban, con tal cariño que más parece que sean bonsais.

Pero lo más importante, y creo que lo que más hay que valorar, es que en vez de estar lamentándose de lo mal que va el país, de lo mal que se ha portado la vida con ellos, gente de mediana edad y algunos con más de cinco años sin encontrar trabajo estable, están ilusionados con esta pequeña granja y con el deseo de que este pulmón de oxígeno que es la "Granja Marisol" en estos tiempos para algunos, pueda ser disfrutada por grandes y pequeños y poder convertirla algún día en una pequeña escuelita agrícola y ganadera. Soñar es gratis y de ilusiones  también se vive.  Sigan soñando que la vida es sueño y los sueños, quizás, algún día se puedan convertir en realidad ¿O no?