Tamaraceite un pueblo "desarraigado"
Por: Esteban G. Santana C. |
Si alguno de los tamaraceiteros que han pasado a mejor vida levantaran la cabeza o de los que se fueron a hacer las Américas retornara, a buen seguro que le costaría reconocer a nuestro pueblo. Muchos cambios en poco tiempo. Algunos a mejor ya que antes no teníamos ni centro de salud, ni un buen instituto para que los jóvenes pudieran estudiar estudios superiores, ni supermercados, ni una red de comunicaciones como la actual, etc...
Pero todos estos cambios, a mejor, han traído consigo una pérdida de cosas esenciales en cualquier pueblo que se precie, empezando por el desarraigo. A la mayoría de la población le importa poco o muy poco lo que pasa en su pueblo, algunos porque no son de aquí y están de "prestado", otros porque hacen su vida fuera y sólo vienen a dormir. Pero lo más grave de todo es que al tamaraceitero de siempre le está ocurriendo algo por el estilo, le da igual que se haga un centro comercial o una plaza de toros, mientras no tengan que pagar más por ello y no le afecte a sus lindes...
Desgraciadamente el bien común lo hemos dejado en manos de terceras personas, que con mejor o peor criterio, hacen y deshacen como ellos creen. Y con esto no le estoy echando la culpa a los políticos que tratan de buscar alternativas que beneficien a la ciudad, aunque esto perjudique a algunos, porque siempre tienen la excusa que les ampara y es, según ellos, por "el bien general".
Fotografía: M.A.
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O lo que es lo mismo, y les pongo un ejemplo, cuando aquí nos la prometíamos muy felices con el Parque de la Mayordomía, el parque urbano más grande de Canarias, con una biblioteca con vistas paronámicas a la presa de la Mayordomía, llegan "otros" y por fastidiar a los anteriores nos quitan la biblioteca y nos endosan dos campos de fútbol, que poco usan los niños nuestros. Y la excusa fue "el bien general". Y de éstas a decenas cuando no es de un partido es de otro.
Lejos han quedado los tiempos en que los vecinos se unían ante la "adversidad" y en pos de buscar lo mejor para el barrio. A la gente le importa poco asociarse, a eso le unimos que las asociaciones de vecinos desgraciadamente juegan ya un papel poco relevante en muchos barrios de nuestra ciudad, y en algunos, su papel es meramente testimonial, mal que nos pese, aunque en otros, y eso hay que reconocerlo, siguen como quijotes, luchando ante gigantes y con poco o nada que hacer. Y el peligro, que lo hemos delegado en las urnas y si después de cuatro años no estamos satisfechos elegimos a otros y "san seacabó". ¡Triste!
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Pedro Dominguez Herrera