La Felicidad y la Libertad dependen de la honestidad
Por Luis C. García Correa |
¿Quiénes imponen y reparten el mal? Aquellos que viven sin valores. En definitiva, quienes son deshonestos.
El mal no es un atavismo. El mal es una consecuencia.
Nadie ha nacido para vivir el mal ... Si alguien lo vive, probablemente es porque no contribuye con su honestidad. “Amar con pasión, es la solución”.
Benditos y alabados sean los honestos, porque tienen y reparten el bien para ayudar. Lo que los hace felices y libres de forma natural.
Ayudar a los demás es la meta obligada de todo bien nacido, educado en valores y que dedica su vida a ayudar a los demás. Loor y grandeza a la honestidad.
Alabados sean los honestos porque reparten el bien sin mirar a quién. La felicidad y la libertad dependen de la honestidad de los buenos en su participación de ayudar. La felicidad y la libertad dependen de la honestidad.
Comentarios
Decir que está poco o nada de acuerdo – que puede ser verdad – necesito y ruego que se diga el por qué. Sólo marcar no explica, dice que no está de acuerdo, pero ¿por qué? Por ello agradecería conocer los argumentos para aprender, corregir lo que haya dicho mal y aprender, que es lo que sigo haciendo desde que nací, y que así me educaron: aprender, no callar para informar , corregir para mejorar y decir responsablemente para tratar de ayudar. Nunca si o no. Luis García-Correa.