Respetar el paso de los coches en los pasos de peatones
Por Luis C. García Correa |
Desde que dejé de conducir para no contaminar, mi uso y disfrute de las aceras y pasos de peatones es muy usual y compruebo lo bueno: no hay baches en las aceras, porque si los hubiesen habría una enorme cantidad de accidentes personales por ir caminando y mirando el móvil, con el peligrosísimo riesgo añadido de ser atropellados en los pasos de peatones.
Hay un número, muy considerable - cantidad que deduzco por la frecuencia con que me sucede - de conductoras y conductores que no respetan el paso de peatones.
Soy testigo y lo puedo contar porque aún no me han atropellado.
En pocos días he vivido el riesgo del atropello y, como ven, mis reflejos me siguen funcionando. Viejito pero consciente, activo y hasta precavido.
Estaba cruzando un paso de peatones - porque un conductor educado y honesto me dejó el paso - y en el carril siguiente pasaron dos coches, uno detrás del otro, sin parar y no respetar el paso de peatones con el riesgo de llevarme por delante si no paro al instante.
Por mis creencias, la muerte es una amiga a la que espero, pero me agradaría morir en mi cama, no atropellado en el inerte asfalto.
Morir por ser atropellado por un deshonesto y maleducado conductora/o, me apenaría mucho, por ensuciar la calzada con mi sangre, por interrumpir el apasionante y aterrador tráfico de coches.
Y todo porque hay maleducados, deshonestos, dicen que también despreocupados conductores que conduciendo su ilusión y pesadilla me arrastrarían por el asfalto, y encima dejándolo manchado con lo que aún tengo y me queda de sangre, de carne, ilusión y ganas de trabajar para ayudar.
Y todo porque hay peatones maleducados y deshonestos que no respetamos el paso de los coches por el paso de peatones, y somos tan inconscientes, despistados y maleducados que nos introducimos en el terreno apropiado de los conductores, su paso de peatones, por quienes viven por el coche, para el coche y pueden llegar a matar con el coche.
Benditos y alabados sean los honestos y educados conductores y peatones que se respetan unos a otros. Cada uno llega a su destino sin problemas, contentos y sin manchar y ensuciar el coche de sangre por culpa de un deshonesto y maleducado peatón que cruzó por el paso de peatones cuando no debía y no respetó el paso del coche.
Benditos y alabados sean los honestos y educados conductores y peatones, que la vida es una sola (no creo en la reencarnación), se respetan y cuidan para que nunca haya un atropello que ni dañe ni manche al coche ni al peatón. Ni manche y contamine el asfalto con la sangre y la carne de quien no debió cruzar por el paso de peatones, por no haber respetado el paso del coche, vehículo privilegiado.
¡Peatones! Respetemos siempre a los coches en los pasos de peatones para que sigamos siendo honestos, educados, porque respetamos a los coches en los pasos de peatones y no seamos los malos e inconscientes peatones que reclamamos el derecho a usar con preferencia el paso de peatones.
¿Cómo se atreven estos intrusos peatones a interrumpir el paso de los coches por el paso de los peatones?
Anatema a esos malos peatones.
¡Que el castigo caiga sobre los invasores peatones que no respetan el paso de los coches en el paso de peatones!
Benditos y alabados sean las y los buenos conductores, "haberlos, haylos", que respetan el paso de peatones con el añadido de indicar con la mano con un gesto de bien educados y amables la preferencia, con amabilidad, de dejar el correcto paso al peatón en el paso de peatones.
También hay malos peatones que a dos pasos del paso de peatones cruzan por la calzada sin respetar y usar los pasos de peatones.
A lo dicho ¿qué opina usted?
¿Qué propone?
Agradezco su comentario y participación. Gracias.
Luis C. García-Correa y Gómez.
Correo: lugarcorrea@yahoo.es
Blog: lugarcorrea.blogspot.com.es.
Comentarios
Soy peaton y también conductora y reconozco que tanto de una parte como de la otra se suelen cometer faltas.
Yo procuro respetar al peaton en todo momento y también me gusta que me respeten a mi.El problema hoy en día es que la gente no respeta al semejante ya no sólo en esto si no en muchas otras cosas.
Es el precio que pagamos por la falta de educación y respeto que brilla por su ausencia.
Donde queda ese "buenos días, buenas tardes,gracias,ceder un asiento, ceder el paso, contestar con educacion"?
Tengo 56 años y echo de menos todo eso que antes nuestras madres nos enseñaban casi al tiempo de empezar hablar.
Tengo 3 hijos y los he educado en la misma forma y por ello espero y estoy segura que así es,porque me consta ,nunca se encontrarán entre esos conductores que se saltan los pasos de cebra a la torera.
Como siempre,un placer leerle.