¿Para qué nacimos?
Por Luis C. garcía Correa |
¿Para qué nacimos? Para vivir una vida llena de contenido, en la que predominen los valores y la búsqueda de la felicidad y de la libertad.
¿Todos gozamos de esas vivencias y prerrogativas? Creo que no.
¿Por qué no las gozamos? Porque cada uno es dueño de sí mismo y puede hacer de su vida lo que quiera.
Si gozáramos de esas prerrogativas "per se", automáticamente, seríamos esclavos y no libres. Estaríamos predestinados.
La libertad nos permite hacernos daño y dañar a los demás. Hacer el bien o hacer el mal.
Entonces ¿Qué debemos ser y hacer? Ser honestos con nosotros mismos y con los demás. Lo que no es una devoción sino una obligación, que podemos o no cumplir según utilicemos la libertad.
¿Cómo podemos ser honestos con nosotros mismos y con los demás? Con la práctica de la honestidad del AMOR Y LA AMISTAD.
La vida no es lo que nos ha tocado vivir. Eso se llama predestinación. El ser humano, si tiene libertad, no puede estar predestinado, lo cual sería una imposición externa.
Lo que nos ha tocado vivir es lo que aceptamos hacer libremente. Salvo excepciones, lógicamente.
“¡La vida no es hacer lo que queramos, sino hacer lo que debemos!”
La vida es hacer lo que tenemos y debemos hacer de acuerdo a nuestras obligaciones, deberes y derechos, en concordancia con nuestras creencias y valores.
La vida es esa maravilla que nos ha permitido y tocado vivir. Y deberíamos vivirla de acuerdo a los valores heredados, aprendidos y aceptados.
“¡La vida no es vegetar y nada más!”
La vida es hacer aquello que debemos y podemos hacer de acuerdo a nuestra honestidad, lealtad y libertad. Esto es lo que llena la vida de valor y contenido, y lo que hace que la muerte esté llena de esperanza, y no de amargura y tristeza.
Vegetar es lo que hacen las plantas.
“¡Los seres humanos tenemos libertad y conciencia, que nos dice lo que debemos hacer para cumplir con nuestros deberes y derechos inherentes a la libertad!”
Rodar por la vida como las ruedas de un coche, es ser manejado y conducido por donde nos quieran llevar. Significa permitir que nos manipulen, convirtiéndonos en unos esclavos de solemnidad.
“¡Tenemos la libertad, el poder y el deber de decir y hacer lo que debemos hacer!” No solo lo que queremos hacer o nos impongan.
Imponer es una esclavitud por la que hay que luchar por vencer. Aquí estamos los demás para ayudar. Eso es una de las razones fundamentales de nuestra existencia: AYUDAR.
“¡No ayudar es un pecado de lesa humanidad, porque va en contra de las leyes humanas y divinas!”
¿Para que nacimos? Para ser felices y libres, para llenar nuestra vida de valor y contenido, y para morir con dignidad.
¿Para qué nacimos? Para la felicidad y la libertad, para compartirlas con los demás y ayudar al necesitado, para vivir y morir con la alegría de haber sido honestos y leales con nosotros mismos y con los demás.
¿Para qué nacimos? Usted me lo dirá.
He opinado, ahora le toca a usted enriquecer el tema y corregir errores y pecados. Ayudar y que nos ayuden a buscar lo que debemos hacer.
Tenemos la libertad y el poder de decir y hacer lo que podemos y debemos hacer.
¿Para qué nacimos? Para compartir, servir y ayudar.
¿Qué hacemos? Usted me lo dirá. Gracias y bendiciones.
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