¿Qué son los callos?

Por Luis C. García Correa    
Los callos son un engrosamiento de la piel que, por lo general, es producto del rozamiento.

Hay diversas clases de callos.

Los callos a la madrileña son una exquisitez.

Los callos en los pies, consecuencia del roce de los zapatos, son una molestia, a veces insoportable.

También hay callos en las rodillas, en el corazón y en el alma.

Los callos en el alma, o en el corazón, demuestran el ocultamiento de los sentimientos por razones morales.

Los callos en las rodillas son la gran prueba de la oración.

Pero, como toda regla, esta también tiene excepciones: a veces, los callos son consecuencia del trabajo.

Hoy quiero referirme a los callos que se producen en las rodillas por rezar.

Rezar -hablar con Padre Dios al instante- es la forma y manera de comunicarnos con el Creador. Son las noticias que compartimos con el pensamiento, porque para rezar no es necesario hablar.

Hablar con Padre Dios es una forma coloquial de referirse al rezo.

Rezar de rodillas es una manifestación maravillosa de fe, de esperanza, de caridad y de amor a Padre Dios.

“¡El grosor de los callos de las rodillas es la medida de nuestro amor a Padre Dios!”

Me da vergüenza decir que mis callos tienen muy poco grosor.

“¡Padre Dios!” Perdona a quién Te ama y Te adora con pasión. Aún no rezo de rodillas lo suficiente: mis callos todavía tienen un tamaño insignificante.

Espero y deseo que, durante el tiempo que me queda de vida, mis callos de las rodillas crezcan sin cesar, para cuando Tú, mi Dios y Señor, me llames, en la hora de partir para la eternidad, te pueda mostrar las pruebas de mi fe. Confió en que, en ese momento, los callos de mis rodillas tengan el grosor suficiente para poder entrar en el cielo.

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