El relativismo

 

Por Luis C. García Correa   

La doctrina relativista es aquella “según la cual el conocimiento humano no puede llegar nunca a lo absoluto”. También podría decirse que, para los relativistas, la realidad solo consiste en la relación de fenómenos.

Lo relativo no es absoluto. Pero sí puede ser causa.

“¡Jamás podremos llegar a lo absoluto por nosotros mismos!”

No es posible pretender estar, saber y llegar a lo absoluto, porque lo absoluto es la idea incondicionada. Porque lo absoluto no tiene restricción ni requisito.

Los seres humanos estamos ciertamente condicionados, pero también tenemos los valores que nos liberan de nuestros límites.

Si definimos la realidad a partir de las condiciones y no de los valores, negamos lo absoluto.

“¡Lo absoluto sólo existe en la fe!”

Sin fe no se puede llegar a lo absoluto, y menos superar el relativismo.

La fe trasciende de lo incondicional, y nos lleva a la felicidad, y cooperar  con la libertad.

El relativismo sin fe es un círculo cuadrado, es un imposible.

“¡La mente humana, y sus sentimientos, con fe, define lo que es lo eterno!”

El poder de la mente, y de los sentimientos, convierte lo absoluto en una verdad incuestionable, siempre que estén dirigidos por la fe.

El amor es capaz de sentir y vivir la fe convirtiendo lo absoluto en felicidad con libertad.

El relativismo es relativo si no se tiene fe.