Esteban, un orgullo más para nuestro municipio.

                                         

Por Antonio Domínguez 

Eso es lo que eres para nuestro  

EXCELENTISIMO MNICIPIO DE SAN LARENZO DE TAMARACEITE. Ahora, para mí, es un regocijo y un sentimiento que saca lágrimas de gusto y gozo por ver el fruto de una vocación y esfuerzo desplegados de lleno en la misma. También pienso en tu familia al total, sobre todo en tu padre que en paz descanse, allá donde quiera que esté ¡¡Qué júbilo, que chifladura,  que  alegría, dicha y gozo, de ver a “su niño”: que en esa condición te dejó, y, desde donde quiera que esté así te recuerda y te verá siempre!!. No pocas veces cuando te veo o te comento con Perico me acuerdo de tu padre y es por lo que ahora le recuerdo más intensamente. ÉL  fue mi amigo en el sentido de que lo era para todos nosotros: chicos y grandes y yo era niño. Ahora bien, lo que me ligaba con fuerza a tu padre era mi gran admiración a su talento intelectivo total, y, ya no te digo el musical que tocando el saxofón acaramelaba y amansaba con las caricias de su música en los bailes de la plaza, a los grandes “peliones” y todos los “peliones” de La Montañeta y Guanarteme.

Tomando de la mano el refrán: “El que a los suyos se parece honra merece” y revisando de donde te puede venir tu tesón y espíritu de trabajo no puedo pasar por alto a tu padre que por ti y tu honra merece igual que tú, honra, aquel hombre que conocí y admiré. Ahora con mi atención puesta en ti absolutamente en lo que viene al caso, mi aplauso por poseer galardón nacional de mejor maestro de España, junto con Mari Carmen Gutiérrez, premio nacional de teatro y Jesús Arancibia: premio nacional de pintura (1950) que yo sepa. Ruego disculpas si en el transcurso del tiempo en SAN LORENZO DE TAMARACEITE  ha habido alguna distinción nacional más.

Lo dicho Esteban. No quiero ensalzar los elogios que para ti siento y que te mereces porque  conozco tu sencillez/humildad y no quiero que se te pongan las orejas coloradas. Atendiendo a este último párrafo te ruego esto no vaya a la papelera y me lo publiques extraoficial y fuera del miércoles que me tienes designado. Saludos y agasajos desde mi sentimientos estremecidos y de grupo por mi pueblo que a Dios gracias es el tuyo también y por eso me siento tan feliz. Por tener a  un conciudadano compatriota de tan alto prestigio (prestigio nacional) como tú.