La Robotización

Por Luis C. García Correa  

 La robotización es el uso de los robots en sustitución de la mano de obra, en tareas de producción, un proceso que era manual y personal en gran parte.

La técnica es la gran ayuda a la humanidad, y al progreso.

Pero el mal uso o abuso de lo bueno puede llegar a convertir lo bueno en malo.

La robotización es un logro para sustituir arduas labores de las

personas, o que tienen algún peligro, por el robot que no tiene alma ni corazón.

Creo que la robotización también puede llegar a crear un grave problema económico por falta la economía, producción, gastos, impuestos, que generan las y los trabajadores.

El progreso no va en una sola dirección.

"¡Lo que va en una sola dirección, en esta Tierra, termina por llegar al lugar donde partió!"

El progreso económico es cuando se beneficia la gran mayoría, todos los ciudadanos.

"¡El enriquecimiento personal, a costa de la pobreza de otros, es un mal que regresa a donde partió y no ayuda al progreso sino que lo impide!"

Robotizar las empresas, a costa de puestos de trabajos, es un bumerán empresarial, social, nacional, y que llegará a tener dimensiones universales.

"¡Todo lo que sea progreso de la mayoría es un beneficio personal, local, nacional, universal!"

Un gran amigo me dijo que la robotización le llegaba a producir

angustia.

¿Cuántas personas sienten, tienen, y sufren esa maravillosa

sensibilización humana? De acuerdo al número de personas, tan sensibles al daño ajeno, así le diré cómo es el progreso o el regreso de la economía personal, local, nacional y mundial.

Los seres humanos, con valores morales, éticos o religiosos, tienen un fundamento, tan fuerte y eficaz, que son capaces de cambiar el mundo a un mundo mejor.

Ahora tenemos la gran ocasión.

La pandemia del coronavirus nos está ofreciendo la gran oportunidad a la humanidad, y no digamos la crisis económica.

"¡Si volvemos a vivir como vivíamos, le garantizo que, de alguna manera, los perjuicios y males, tarde o temprano, les llegarán, nos llegarán!"

No lo piense dos veces: si es creyente rece y ofrezca su trabajo y

esfuerzo, y si no lo es haga igualmente pequeños sacrificios para que ese Dios, que amamos y adoramos, atienda nuestras súplicas y nos remedie el mal.

Claro: lo de siempre. ¿Cuántas personas rezarán y harán pequeños

sacrificios? Del número dependerá la solución.

Padre Dios nos atiende siempre. Si pedimos pocos nos resolverá nuestros problemas personales. Si le pedimos millones por el mismo problema, les garantizo que nos lo solucionará.

"¡La robotización ha llegado, y, por la utilidad que le demos se

convertirá en riqueza o pobreza!"

De usted, del vecino, del amigo, de mí depende, y del mundo entero, que la robotización sea una solución.

Ha llegado la hora de elegir el bien o el mal. Somos libres.

¿A qué espera? Ya me lo dirá, si usted quiere. Tiene la libertad, y mi más profundo respeto.

"¡Sin olvidar que ahora nos necesitamos todos!"

"¡La robotización ha llegado, de nosotros depende el resultado!"

Mis años me han enseñado que:  es mejor rezar que contar ovejas para dormirse.

Aprendí que nunca es tarde si la dicha es buena.


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