¿Para qué son los impuestos?
Por Luis C. García Correa |
Los impuestos son para ayudar y solucionar los problemas de la comunidad, y de cada uno de los ciudadanos, y con el dinero de todos.
Nadie es dueño, ni el Estado, salvo la comunidad -usted y yo- del dinero público recaudado por los impuestos.
Las autoridades responsables son los administradores de los recursos sagrados de los impuestos, y nunca tienen autoridad para imponer impuestos donde quieran, sino donde son necesarios y útiles para fines determinados y concretos para el bien de los administrados.
Es como si a alguien se le ocurriera imponer un impuesto al aire que respiramos. Que por el mero hecho de estar vivo y respirar tuviéramos que pagar impuestos.
Los poderes perversos buscan y persiguen, a costa de lo que sea, fortalecer su poder y aumentar su dinero.
Cuando alguna autoridad con poder delegado del pueblo abusa de ese poder y apoya a los poderes perversos con detrimento del pueblo, ni tiene autoridad ni tiene poder. Esto sería un pecado de lesa majestad.
Pagar impuestos no sólo es una obligación, debe ser un deber, una satisfacción. Porque esos recursos son para paliar necesidades que el particular no puede cubrir con sus limitados recursos y poder.
Anatema y condena al perverso que quisiera imponer un impuesto al aire por respirar, abusando de su autoridad.
¿Para qué son los impuestos? Para solucionar problemas que no puede solucionar el particular.
El abuso del poder por parte de la autoridad, le resta autoridad, y lo convierte en enemigo social, cuando debería ser el amigo fiel.
Los impuestos son para ayudar a mejorar o curar males de la sociedad.
Los impuestos son una necesidad.
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