¡No todo es dinero!
Por Luis C. García Correa |
Sin embargo, hay personas que transforman lo que es un medio en un fin. Por desgracia, se programan guerras y hay muertes inocentes por dinero y por poder.
En las relaciones interpersonales no todo es dinero.
Basar la existencia en la búsqueda y tenencia de dinero, como un fin y no como un medio, es caminar por el sendero espantoso, destructivo y arrollador de la corrupción, lo que crea la obsesión y la amargura de querer más y más, y nunca saciarse hasta poder llegar a matar.
No me cansaré de insistir que una de las vivencias más degenerativas, en todos los sentidos, es la corrupción, y no digamos cuando es aceptada y vivida por la mayoría de una sociedad.
El dinero es algo necesario para tener una vida normal.
La falta de dinero genera carencias, que pueden poner en peligro la misma subsistencia.
Hay dinero y riqueza de sobra para que no haya pobreza y menos miseria.
¿Por qué hay pobreza y miseria? Es una consecuencia del comportamiento de generaciones corruptas, maleducadas y egoístas cuya meta es el poder y el dinero. Y los hay en todas las escalas y cantidades, razas y edades.
Restablecer el bien en una sociedad es un proceso educativo.
La sociedad se regenera cuando las personas actúan de forma innata e inconsciente como consecuencias de las vivencias y creencias de valores morales, éticos o religiosos.
Benditos y alabados sean los pueblo honestos y educados, de ellos nacen y se desarrollan los bienes necesarios para vivir y gozar la felicidad en la libertad como algo natural.
La honesta participación personal, familiar y social es el cimiento del bien en toda sociedad.
“¡No hay bien y menos felicidad y libertad sin la honesta participación en una unión real y no virtual!”
Lo virtual sirve para ver pero no para vivir.
“¡No todo es dinero, porque es un medio y no una finalidad!”
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