“¡MI YO ME VE!” “¡MI CONCIENCIA!”
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| Por Luis C. García Correa |
No existe la menor oportunidad de alejarnos de nuestro yo, de no escucharlo. Me refiero a la la conciencia.
“¡La conciencia tiene un total y absoluto conocimiento y entendimiento de mis actos, por muy ocultos que estén!”
“¡La conciencia es el mayor, más completo y certero conocedor de nuestros actos y deseos!”
La conciencia se desarrolla cuando uno ha sido educado en valores éticos, morales o religiosos.
Hay quien puede tratar de acallar a su conciencia. Nunca lo conseguirá. Siempre sabrá que está faltando a su conciencia.
“¡Hacer oídos sordos es posible, pero no acallar a la conciencia!”
“¡Usted puede pasar de su conciencia, pero su conciencia no pasará de usted!”
Siempre “MI YO ME VE”. Por mucho que cierre mis ojos y mis oídos a la conciencia, la conciencia estará despierta.
“¡Una de las manifestaciones, claras y evidentes, de la existencia de Padre Dios es la conciencia!”
La conciencia es una vivencia, un sentimiento y un sentir que no hay quien la acalle. Se podrá retrasar la imposición de la conciencia, pero jamás anularla o callarla.
“¡El mayor pecador podrá pecar, pero jamás acallará a su conciencia!”
“¡¡¡La conciencia dura toda la vida.!!!”
La conciencia se muere, cuando se muere el cuerpo.
¡¡¡La educación familiar debe estar siempre dirigida y orientada a fortalecer e incrementar la conciencia!!!”
“¡La conciencia fortalece las virtudes y le da contenido y valor a la vida!”
Despreocuparse de la conciencia, debilita las virtudes y fortalece el mal, que se aprovecha para hacer su voluntad.
“MI YO ME VE Y NUNCA DUERME!”
“¡¡¡Dichoso quien fortalece su conciencia, le dará las fuerzas y el valor necesario para dominar y vencer al mal con facilidad!!!”
Bendito y alabado sea la persona que dirige su vida de acuerdo a los valores de su conciencia. Dominará al mal y fortalecerá al bien. Con lo que consigue vivir feliz y en libertad.
“¡MI CONCIENCIA JAMÁS DUERME!”
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