¡Soñar con la hermandad!

Por Luis C. García Correa
“¡Soñar con la hermandad es el mejor resumen de mis ilusiones y esperanzas en un mundo mejor!
Los seres humanos somos buenos por naturaleza. Nos separamos, nos dividimos, nos aislamos como consecuencia de la falta de valores que, a su vez, son consecuencia de la mala educación. De esta forma caminamos hacia el mal.
Los inconvenientes citados no deben ser causa de abandono. Por el contrario, debemos buscar, incesantemente, la hermandad entre nosotros: para no reducir y acabar con el aislamiento y olvido, y para aumentar el cariño.
No he cejado, ni cejaré jamás en este intento de buscar, tener, compartir y de repartir la hermandad.
Todos los hombres tenemos los medios y los recursos que se necesitan para vivir una vida llena de felicidad, por y con la sincera y verdadera hermandad.
¡A qué esperar! Quiero y necesito continuar buscando la vivencia real y fraternal de la hermandad.
“¡Nacimos para amar, para la felicidad y para la libertad!”
No tratar de vivir el amor, la felicidad y la libertad es perder el tiempo, que es muy corto, pero que podemos llenar con largueza de buenos hechos. El tiempo debería ser intenso y aprovechado, para aumentar su valor al compartirlas con los demás.
¡Ayúdenme! ¡Por favor! Nos necesitamos como hermanos.
¡La hermandad es  una necesidad y un estado natural!
¡Despreciar o no considerar la hermandad nos pone en el camino del mal!
¡Amar al ser humano en y con la hermandad es una necesidad vital!
Tenemos que tratar de desterrar los egoísmos, en especial los malsanos, que nos separan y alejan de la hermandad.
¡Ven oh Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles, para que vivamos como hermanos!
¡Perder el tiempo y la vida en egoísmos malsanos es imperdonable!
¡Es más fácil querer y amar que odiar!
¡El odio engendra más odio y nos aparta de la felicidad!
¡Nacimos para ser felices y libres! ¡Nacimos para ser hermanos!
“¡¡¡No perdamos el tiempo en bagatelas, en influencias malsanas y egoístas. Apartemos todo aquello que nos separa e incrementemos todo lo que nos une, y viviremos la plena felicidad en la plena libertad!!!”
Ya no puedo esperar mucho tiempo. No tengo mucho tiempo y deseo y necesito aprovecharlo.
¡Aquí le espero! ¡Mi hermana, mi hermano!

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