¿Qué es el mal?

Por Luis C. García Correa
¿Qué es el mal? La ausencia del bien.
El mal se manifiesta de innumerables formas y maneras.
¿Quién no conoce el mal? Según mi leal saber y entender: el mal solo no lo conoce la inocencia en grado superlativo. Por ejemplo: un bebé recién nacido.
Todos los demás somos conocedores del mal, de su poder y de sus efectos.
¿Qué y quién origina el mal? Los creyentes creemos que el mal lo crea y lo origina Lucifer –el Arcángel que se reveló contra Dios. Dios crea a todos los seres intelectuales libres. Dios crea a los ángeles libres. Y todos somos limitados. Esa ausencia de la plenitud absoluta que solo Dios es, y esa existencia de nuestra libertad, abre las puertas a que aparezca el mal. En el caso de Lucifer, por esa idea de no querer depender de Dios, su buen creador. Pero esa misma posibilidad está presente en nosotros.
Para mí sería muy importante saber ¿Qué creen, los no creyentes, que es el mal y lo que lo origina?
El poder y los efectos del mal, que hoy vivimos la totalidad de la humanidad, es la corrupción.
La corrupción puede llegar a todos los seres humanos si lo permitimos.
La corrupción es el mal de la deshonestidad, en el que todo tiene un precio material, y la vida se ha convertido en un “quiero tener más”. No son pobres los que “no tienen”, sino los que “tienen menos”, menos que otros. Esto lleva a una espiral de consumo y de dependencia.
Hay personas corruptas que se enriquecen, materialmente, a costa de rebajarse en su enriquecimiento espiritual.
Los seres humanos no damos lo que no tenemos. Damos lo que tenemos. Especialmente lo que tenemos en el corazón. Si tenemos honestidad, damos honestidad. Si es deshonestidad repartiremos y viviremos la corrupción. Convirtiéndonos en fieles cooperadores del mal.
Los valores morales, éticos o religiosos, son los que movilizan las virtudes de la honestidad, de la lealtad y del amor.
La ausencia de esos valores, como cuando cometemos errores y pecados, nos lleva a que podamos caer en la corrupción.
La corrupción se viste de todas formas y maneras del mundo actual.
El efecto dañino y efectivo del mal en la familia, en los amigos, en la sociedad se manifiesta en la corrupción existente, y singularmente en las personas con poder familiar, económico, social o político. Un poder que, como toda autoridad, debería ser de servicio.
Una forma reciente, que he vivido de los efectos del mal, son los pactos políticos entre partidos.
Gobernar, que es administrar los necesarios e importantes bienes de la comunidad, se ha vuelto la manifestación flagrante de los efectos del mal.
Un partido -con el menor número de votos obtenidos- puede llegar a dirigir un Ministerio, o una Consejería, gobernando y administrando los bienes de todos.
¡Gobernará el partido que menos votos tuvo! ¿Pero qué es eso?
¿Qué es el mal? El poder maligno y sus efectos: ahí tienen un ejemplo.
La corrupción se ha convertido en un mal generalizado. No solo son corruptos lo que cometen el mal, lo son, también, los que lo aceptan por activa o por pasiva. Los que dejan hacer.
Se es corrupto por activa o por pasiva.
Un clásico corrupto es el pasota, el individualista, el egoísta…
Son innumerables las formas y maneras de las que se aprovecha el mal para imponer su voluntad.
La esclavitud del mal se ha apoderado de un número grande, peligrosísimo, de personas.
¿Qué es el mal? ¿Cuáles son sus efectos y su poder? ¿Qué cree usted?
Por favor: no dude en informarnos de su opinión y conocimientos sobre el mal. Nos hará un grandísimo favor, por lo que estaremos eternamente agradecidos.
¿Qué es el mal? Lo que hacen los corruptos, que son un ejemplo aterrador.
¿Qué es el mal? Dejarse arrastrar y aceptarlo.
¿Qué es el mal? Todo lo que es pecar.


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