Al primer toque

Por Antonio Domínguez

¿Por qué indistintamente consigue votos (unos menos que otros) todo el que se presenta a las elecciones? Los políticos dicen que el pueblo quiere uniones y coaliciones, ello, sin ponerse colorados. El que va a la urna va para que salga el suyo elegido o a votar en blanco para que no salga ninguno; imposible emitir mas de un voto por lo tanto imposible que, con un solo voto pueda un solo individuo expresar su deseo de coaliciones después del recuento. De  cretina estúpida y fantoche tiene y es la mentirosa lectura política por la cual deducen que el pueblo votó  acuerdos cuando ese análisis es antinatural con el deseo primero de todo votante que complugo al cielo por que el suyo tenga mayoría absoluta y carga en la memez de los demás supuestos malos resultados. Todo votante aun siéndolo del más ridículo partido, le imputa ignorancia a todos los demás distintos e indistintos electores que llevan a los 349 al congreso que según él no valen nada; creyendo por su vida que, el único que vale es el que él eligió. El pueblo no se pone de concierto  para desmigajar el voto, ¡imposible¡ desconcertado le vota al que cree menos malo, que es el peor en todos los casos, porque iguales e idénticos son, los que con siglas distintas, van a lo mismo. Como el que salta a la comba, dan un salto de cuatro años y se salen sin rozar la soga de las leyes  ¡es asombroso! considerando la mala y quebradiza pasta de que están  acristianados, (nos referimos a su ser NATURAL SIN AMÉN en el mundo: sin más complicación). ¿Por qué una persona es comunista, demócrata cristiano o socialista? ¿Por choques emocionales y psicológicos?,  nunca por necesidad y convencimiento,  si es que hubiere habido de antemano un raciocinio regidor. A veces callamos dando los asuntos por solucionados y ni los tocamos, otras nos significamos olvidados que cada cerebro tiene sus alfas inamovibles, otras aún sabiendo eso, lo intentamos conscientemente para al fin ratificarnos en que cada hombre no es un mundo sino algo mucho más complicado: una conciencia. Entre todos los asuntos que no se tocan por saber fidedignamente que no se logrará nada, porque nada asimila calabaza puesta por cabeza en espantapájaros; hemos de tener por averiguado que nuestras propias cabezas son también humanas (nada de otro mundo y sí de este, y muy limitadas por ello) y no han de dar coletazos divinos porque imposible es lo que no puede ser. El iluminado Anguita con 24 míseros diputados le dio el mando a Aznar porque se abstuvo y no invistió a Gonzales a las bacanales del poder.  Julio ha sido una de las cabezas políticas más torpes que ha tenido este país en contra de la común opinión (siempre es así); a la altura de Pérez, Oramas, Rodríguez, Suarez D., Quevedo, tan descafeinados que no se les conoce vendita prevaricación ni tan siquiera son capaces de la mas mínima tontería reseñable; excepción sea hecha únicamente de su grandísimo atrevimiento. Hoy aparece un Sánchez a que le hagan lo mismo podemos y ciudadanos volviéndose otra vez a lo que hizo Anguita: a saltar por los aires la gobernabilidad huyendo de fagocitarse ¡¡ese es su cacareado sentido de país!! ¿O es que se piensa llegar a la jubilación en la política Rivera? Vale más estar atrasado con los datos que adelantarse con los hechos y se me comprenderá, que si no, ¿peor para quién? Los raros tambaleantes y “equivocados” extremos son orientados a extrañeza del lector y pare mente en ello y se dé cuenta por sí mismo de lo poquito que esto encierra ya que explícitamente –ni aun por leve- no es posible decirlo claro. No es esta una lengua con llegadas expresas. Ni por asomo conoce de las síntesis de la rara enfermedad política ninguna comunicación. La más rara extraordinaria extravagancia de la conducta humana, que, gracias a la vida, los chalados lunáticos no son la generalidad, ni lo más habitual, corriente, y menos, abundante. De no ser la naturaleza totalmente reacia a esta enfermedad, tenía que haber explotado el mundo antes, mucho, muchísimo antes de la historia; de haberla padecido en general aunque solo hubiese sido en Tenoya en peso; representando la general generalidad de la universalidad, que no es política, es gente seria que no quiere mascaras, tambores y pitos en el comportamiento, en el deber, actuación y estilo.