¡Buscar y encontrar la felicidad!

 

Por Luis C. García Correa  

La meta de todo ser humano es encontrar la felicidad.

Para encontrar la felicidad hay que buscarla.

Para buscarla hay que saber el camino que debemos recorrer.

¿Cómo empezar? Viendo las armas, los medios, las posibilidades que tenemos para encontrar la ambicionada felicidad.

Sé que se necesita tener un medio que nos conduzca a la felicidad.

¿Cuál es ese medio? El medio más seguro y efectivo es la fe.

La fe es el cimiento sobre el que podemos construir y dirigir todas las posibilidades en el camino que tenemos por recorrer.

La fe no se improvisa.

La fe es un don y una consecuencia.

Para llegar a esa consecuencia hay que recorrer el camino de los valores morales y éticos, el camino de la reflexión y del pensamiento sobre las cuestiones fundamentales.

Con el fundamento de esos valores, y con los motivos racionales para creer que nos dan profundas convicciones, incluso religiosas, ahora sí podremos llegar a tener la fe necesaria para el camino maravilloso que vamos a recorrer.

La mente, el corazón, y el alma, son los receptores de la felicidad.

La felicidad no llega por inspiración, ni por deseos. Llega por la experiencia del amor, de ser amado, amar y saberse y sentirse amado.

La felicidad llega cuando con fe, desarrollamos los valores éticos y morales, y religiosos, y nos ponemos en el camino certero y seguro para encontrar y gozar de esa felicidad.

"¡La felicidad es el conjunto de valores vividos con intensidad, y todos fundamentados en el amor!"

Para Platón la felicidad es posible cuando somos capaces de contemplar las esencias de las cosas, que son las ideas que conoce Dios. Nosotros sólo las vemos como en un tenue reflejo.

La fe en Dios nos ayuda a comprender la Creación del Universo y del ser humano, por amor, y nos ayuda a encontrar nuestro sitio en el mundo, y la razón de ser y la esencia de todas las cosas.

La fe en Dios es la garantía de encontrar el amor, y gozar la plena felicidad.

¿Cómo encuentra o busca un ateo la felicidad? No lo sé.

Solo sé que el ateo puede y debe tener felicidad, si tiene esos valores, los vive y los lleva a la práctica con honestidad y amor.

Y también creo que el ateo, con esos valores, aceptados y vividos, está tan cerca de Dios, que lo encontrará sin lugar a dudas.

Para buscar la felicidad, lo primero es saber si se tiene la fe necesaria, para en ella desarrollar y recorrer el camino que nos lleva a la felicidad. Y si aún no hay el conocimiento, el amor y adoración a Padre Dios, todo hombre honrado debe mirar su propia conciencia y hacerse racionalmente las preguntas fundamentales de la vida y tratar de responderlas. 

En Padre Dios está la plena felicidad.

De Padre Dios recibimos la plena felicidad, porque nos ama incondicionalmente.

¿Cómo encontrará el ateo a Padre Dios? Lo primero es tener el deseo de encontrarse con El. Tener al menos la duda de la existencia de Dios. No podrá concluir que Dios no existe y solo existe el mundo. Desear conocer. Lo demás viene por añadidura.

Si es ateo: pruebe y verá.

Los que creemos en Dios ¿Cómo buscar y encontrar la felicidad?

Rezando con humildad, fe y amor. Y le garantizo la plena felicidad.

Buscar y encontrar la felicidad debería ser la meta, normal y natural, a lo largo de la vida.

Pruebe y verá.


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