¡Esperar el Santo Advenimiento!
Por Luis C. García Correa |
Hay quién se pasa la vida “esperando el santo advenimiento”
“¡Esperar el santo advenimiento es estar esperando que llegue lo que no hacemos pero deseamos que llegue!”
La vida no es un azar, es todo lo contrario. La vida es hacer de acuerdo a los valores y creencias, y respetando a los demás.
“¡Somos seres sociables por necesidad, por naturaleza!”
La sociabilidad es congénita y necesaria para vivir la realidad y vivir en sociedad.
La vida tiene sentido y valor cuando la llenamos de valor, sentido y contenido, porque vivimos los valores que creemos.
La vida es única e irrepetible.
Benditos y alabados sean los que dedican su vida a llenarla de valor y contenido con hechos que llenan la vida propia y la de los demás de valor y contenido.
“¡Somos seres racionales y sociales, y, por lo tanto, necesitamos el concurso propio y ajeno para que nuestra vida tenga valor y contenido!”
“¡Mirar al cielo esperando que llegue el santo advenimiento es perder la vida sin sentido ni conocimiento!”
“¡Todos somos imprescindibles y necesarios para que compartiendo la vida, la llenemos de valor y contenido, y vivamos la felicidad y la libertad como cosa natural!”
“¡Vivir sin hacer, y esperar, es dormir en el santo advenimiento!”
“¡¡La vida es algo maravilloso que se nos ha sido dado para que sirva para propios y ajenos, si no es así la vida no tiene sentido ni valor, y menos contenido!!”
“¡No hacer nada de valor y contenido es vivir la vida sin valor, sin sentido y sin contenido!”
“¡El amor, vivir el amor es la forma de darle valor y contenido a la vida, y no esperar el santo advenimiento!”
Amar es querer a otros, y si es con pasión, compasión y perdón, entonces caminamos por el maravilloso sendero de la santidad.
Todos hemos sido llamados a amar con pasión, para que con ello sirvamos y ayudemos a los demás, que es lo que incremente la felicidad y el valor y el sentido de la vida, y caminemos por el sendero de la santidad, camino de la eterna gloria celestial.
Benditos y alabados sean los honestos y participativos que dedican parte de su vida a ayudar a los demás, enriqueciéndose con los dones de la solidaridad, y poniéndonos en el camino certero de la santidad.
Esperar el santo advenimiento es soñar despierto en algo que nunca llegará. Es navegar por los mares de la desilusión, de la ignorancia y del vacío que produce el egoísmo por falta de amor y solidaridad y falta de realidad.
“¡El amor lo llena todo, no deja vacíos ni egoísmos, es darse a los demás, y sentir la plena felicidad!”
Benito y alabado sea el honesto y participativo que su amor lo comparte con los demás, llenando su vida de valor, sentido y contenido, y vivirá la felicidad terrenal, pero sobre todo la gloria celestial.
Hacer, compartir y ayudar llena la vida de contenido y valor.
El santo advenimiento es una ilusión que no existe y perturba la realidad.
“¡¡¡El santo advenimiento es un sueño y no la realidad!!!”
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