Último libro de Francisco González Tejera: "El viento más rebelde"
El viento más
rebelde" (2019), nuevo libro de Francisco González Tejera, natural y vecino de Tamaraceite, que completa la
trilogía "Crónica del genocidio fascista en las Islas Canarias" junto
a "Tormenta en la memoria" (2015) y "Semilla de memoria"
(2017) constituye un hecho sin precedentes en este Archipiélago, por primera
vez un familiar de asesinados escribe y cuenta con detalle lo que fue la brutal
represión fascista, lo que supuso en unos momentos históricos de esperanza y
liberación de la clase trabajadora canaria.
Esta reciente publicación, ya a la
venta en Amazon, contiene nuevos relatos construidos en decenas de entrevistas
realizadas desde 1985 a personas que sufrieron directa o indirectamente la
represión del franquismo en las islas. Un viaje por todo tipo de historias que
reflejan la brutal masacre que generó el fascismo en una zona de España donde
no hubo confrontación armada, más bien un genocidio orquestado por sectores de
la oligarquía agrícola isleña, la Iglesia Católica, el ejercito sedicioso y
organizaciones tan sanguinarias como Falange Española o Acción Ciudadana.
El autor nacido en Tamaraceite en
1960 ha dedicado su vida desde los 18 años al trabajo sociocultural,
actualmente en los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria, familiar directo de personas asesinadas por el franquismo, su abuelo
paterno, Francisco González Santana, fusilado en el campo de tiro de La Isleta
el 29 de marzo de 1937 y su tío paterno, el bebé de 4 meses Braulio González
García, asesinado por un falangista la noche de Navidad de 1936 en Tamaraceite,
durante el registro de una Brigada del Amanecer, donde fue sacado de su cuna y
arrojado contra la pared de cabeza en presencia de su madre y hermanos.
Esta realidad ha marcado la vida
del autor al vivir desde muy niño una situación de brutal represión en su
familia paterna y materna, con asesinatos, detenciones, cárcel y persecución,
el estigma de muchas familias de personas represaliadas por la dictadura
fascista española encabezada por el General Franco.
Por este motivo tomó la decisión
desde que apenas tenía 25 años de realizar entrevistas a cientos de personas
por toda Canarias, un material inmenso con todo tipo de vivencias dramáticas,
asesinatos, torturas en lugares tan conocidos actualmente como el Gabinete
Literario o el actual Colegio La Salle en Las Alcaravaneras, en aquellos
tiempos conocido como Centro de Detención de la calle Luis Antúnez. Espacios
del dolor y la muerte, donde sindicalistas fueron colgados por los ojos, donde
fueron torturadas y asesinadas cientos de personas afines a la República y con
ideas de izquierdas, lugares de exterminio como la Sima de Jinámar, La Marfea,
Los Pozos de Arucas y Tenoya, los de Guayadeque, los del Barranco de
Tamaraceite, agujeros y chimeneas volcánicas en Gáldar, Los Giles, Telde,
Tamadaba, Linagua o el propio Barranco de Guguy. Lugares comunes en muchos
casos desconocidos por la ciudadanía, puntos negros de muerte, crímenes y
salvaje maltrato hasta el final, cometidos por todo tipo de asesinos psicópatas
de organizaciones fascistas.
"El viento más rebelde"
culmina una trilogía, una obra literaria que va directa al corazón de quien lo
lea, que no se anda con rodeos para contar la verdad, para desde un estilo
literario repleto de ternura y poesía, hacer llegar lo que fue el genocidio
fascista en Canarias, definirlo con nombres y apellidos, sin cortapisas, sin
miedo, siendo políticamente incorrecto ante quienes tratan de negar que en esta
tierra fueron asesinadas miles de personas simplemente por pensar diferente, es
una barricada, un cóctel de sufrimiento y palabras contra el negacionismo de lo
que fue un holocausto contra personas de bien, contra lo mejor del pueblo
canario de aquellos tiempos.
Junto a "Tormenta en la
memoria" y "Semilla de memoria" constituye un legado para el
futuro, para dar voz a los sin voz, a los miles de asesinados que siguen
enterrados bajo mantos de olvido intencionado en muchos rincones de Canarias,
olvidados por las instituciones públicas que siguen tapando el genocidio,
ocultos, cercenados, sin posibilidad de que sus huesos y sus ideas salgan al
sol de la justicia y la verdadera democracia.
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