¿Tamaraceite gana zonas verdes?

Por Esteban G. Santana Cabrera

Ayer estuvo por Tamaraceite y San Lorenzo el alcalde de Las Palmas de GC, Don Augusto Hidalgo “preignaugurando” algunas de las actuaciones que se están realizando en el distrito en los últimos tiempos. Una de las paradas que realizó es la del nuevo parque situado en Tamaraceite Sur, lo que llaman Parque Oeste,  y que conectará con el abandonado Camino Viejo de San Lorenzo, antiguo Camino Real de Gran Canaria y que ha sido "expoliado" no solo por el área comercial sino también por este parque al que se le ha inyectado cemento por toneladas. Este lugar era uno de los puentes históricos de comunicación más importantes que unían a San Lorenzo (capital del municipio) y Tamaraceite (su núcleo más importante) por encontrarse en una encrucijada de caminos con el norte de la isla de Gran Canaria. Y no solo eso sino que es un tramo de un antiguo camino real que unía la capital con Teror por San José del Álamo. Esta zona en menos de diez años ha pasado de ser una zona de interés agrícola a la mayor área comercial de la isla. Y no es que los vecinos y vecinas de Tamaraceite nos opongamos a que haya un centro comercial, ni un parque, ni zonas de esparcimiento, lo que estamos hartos es de que para nuestras propuestas no haya ni un duro y para un parque sí.

Porque el Ayuntamiento ha destinado la friolera de 2.572.122 euros en este parque, uno de los más grandes de la ciudad, y dice nuestro alcalde literalmente que “con este parque los vecinos y vecinas continuamos ganando nuevas zonas verdes y de recreo, en las que se ha dado prioridad a los itinerarios saludables, apostando por la sostenibilidad”. ¿Usted está de broma Sr Alcalde? ¿Ganando zonas verdes? Si ya esa zona era un espacio libre, lleno de palmeras, donde jugábamos los niños y jóvenes de la zona, donde íbamos de excursión y a la vez aprendíamos de la naturaleza y de la agricultura. Era una zona que estaba repleta de fincas de plataneras y estanques donde hacíamos torneos de fútbol veraniego y de donde salieron las estrellas del balompié de este pueblo. Esa zona, donde ahora está situado ese parque en el que se han gastado más de dos millones de euros estaba habitado por especies autóctonas que han desaparecido de golpe y porrazo. Un espacio donde convivíamos vecinos, aves y lagartos con total armonía, sin cemento ni asfalto de por medio.

Si proyectos como estos forman parte del modelo de transformación para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, creo sinceramente que mal vamos. El proyecto, según nos cuentan, también contempla la construcción de la primera fase del lagartario, que se ha realizado en el cauce del barranco, con una superficie total de 27.000 metros cuadrados. ¿Lagartario?  Si los lagartos no necesitan un espacio cerrado, necesitan que los dejen campar a sus anchas, en el mismo barranco y no invirtiendo dinero innecesario para acallar conciencias de que se está mirando por el bien de estos animalitos, que hay que recordar que es una especie protegida y cuya comunidad de Tamaraceite era donde estaba el lagarto gigante de Gran Canaria, y se ha ido aniquilando en estos últimos años.

Señor Alcalde lo que hay que hacer retomar el proyecto de recuperación del Camino Viejo. Hay que limpiar el Barranco de Tamaraceite de escombros, acometer medidas para que los “insolidarios” dejen de depositarlos en su cauce y haya un plan de recuperación y mantenimiento del propio barranco y los lagartos puedan vivir de manera saludable.

Desde hace muchos años venimos luchando por este proyecto y vemos que se adelantan otros y que lo que se presentó en una moción en la Junta de Distrito en el año 2013 y que fue aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos representados en la misma, no se le ha hecho caso. El Camino Viejo de San Lorenzo podría convertirse en un aula de la naturaleza, donde nuestros pequeños puedan ver, aprender, disfrutar de un entorno natural, de su fauna y vegetación y a la vez único en la ciudad de Las Palmas de GC. Donde los vecinos puedan pasar un rato con la familia o leyendo un buen libro, donde la gente pueda hacer deporte y circular con sus bicicletas, donde el ser humano comparta con especies autóctonas, donde la palmera, el drago y el lagarto tengan un papel estelar, y único en Canarias en lo que a parques urbanos nos referimos, y donde se incluya un catálogo de especies que no hace muchos años campaban libremente y de manera natural por estos lares.