Galerías de la memoria
Por Antonio Domínguez |
AFORISMO DE J. J.MUJICA VILLEGAS. “DIME AMOR PERDIDO: ¿POR QUÉ A PESAR DE TU AUSENCIA NUNCA HAS DEJADO DE PASEAR POR LAS GALERÍAS DE MI MEMORIA?” Del libro de j. j. Mujica Villegas EL DUENDE Y LA SONRRISA (AFORISMOS Y POEMAS). Con permiso expreso del autor.
La metáfora de ”las galerías de la memoria” soslaya
el amor flechazo en lo íntimo e intrincado de nuestro ser; ¡QUE TODOS! Hemos sentido
por una persona; que cada día después de
las décadas añoramos con todo el corazón (y ellas lo saben porque lo aprehendieron
en la expeditiva comunicación de las”mudas lenguas” de amoríos: mirada
des-agallada, parado el movimiento, pálido el rostro, muda la lengua); aún a
cincuenta años de su ausencia, por emigradas a otros territorios; por ello
nuestra ilusión no muere; por eso, se justifica ese pasear por las galerías de
nuestros recuerdos. Cuanto mayores somos y más ilusiones se han convertido en
desengaños, más deseamos abrazar a esa mujer ¡y primero que nada! Llorar de
placer y amor por un buen rato abrazado a ella (-ser- masculino yo en este
lance; de poder, sería el caso) en silencio. Nunca acabara ese viejo amor
porque ya no queda tiempo para gestionarlo. ¡¡Cuantos hombres estarían conformes
en vivir con una anciana igual que él, recuperada; la que fuera locura de su
juventud; aunque no puedan pasar del abrazo al coito… aunque solo puedan
disfrutar amándose a ritmo y traqueteo de sus corazones cuando abrazados están.
¡”Que goce, qué ilusión”! si viniera aun por vieja y por fea la abrazaría un
día entero con solo saber que es ella y después a convivir por el resto. “”Se
trata de cotejo máximo como fruto de axioma al que se ha llegado por no cortos
ensayos (literarios) resumidos””. ¡Mirémoslo bien! A una vida le llena de
sentido la añoranza de lo anterior; aún estando de acuerdo que ello va mucho
mas allá de un sueño loco; de ahí la añoranza, el juego aventurero y la osadía
de la intriga bohemia (el amor no consumado; que no perdido, mientras viva la
otra persona en este mundo “es alcanzable” para un abrazo, puesto que no vive
en Ganimedes) que siempre fue mejor por desconocimiento de cómo nos había ido
el destrozador matrimonio con esa persona (el matrimonio no le va mal a todo el
mundo, pero, no le va bien a absolutamente nadie); me atrevo a decir que poca pasión suscita el
amor que se disfruta libremente y a su debido tiempo se consuma. Y juraría
hasta por Dios, que nadie se salva de ese amor sentido auténticamente y no
consumado (casi siempre en la primera juventud por culpa de la timidez
acojonante de no sentirse uno merecedor de lo que considera expresamente la
gloria y el cielo; a los cuales uno ni se atreve a dirigirles la palabra,-a
esos ángeles celestiales-, por el miedo aterrador a que no le vuelvan a mirar a
uno a la cara. Dirigirse de voz ¡solamente eso! lo considera uno grande
blasfemia. La mujer que a uno le parece altamente hermosa le es asombrosa y
paralizante, por eso, por quedársele a uno la lengua como una pelota de tenis
se escapa siempre el ser querido a requerir. Y viene otro atrevido que, “con
tres peleones mas” la solicita de amor. Ella huele las emanaciones hormonales y
contesta –totalmente cachonda- que sí con la cabeza. A ver quién es el macho
que se mete entre una pandilla de machos cuando eligieron una hembra para uno
de ellos; Hasta el más guapo si se
descuidaba y se dedicaba a matarla de lejos, con solamente miradas; el otro
jinete, muy pendiente él le iba a solicitar a ella, otro jinete de esos que
montan a pelo y por mucho que brinque la yegua ¡jamás! Se caen al suelo. Se
tiran como asesinos; en dos zancadas están comiéndole la oreja. De los zánganos
que se desviven en grupo, uno, queda entras mallado en la iglesia y ya en grupo
no escapa tampoco pueblo adentro por su cuenta y lo acoteja para casarlo mujer
que ya tiene niña ¡¡pero que belleza de mujeres!! .que se casaran solo dos fue
milagroso. En los caminares pueblo adentro pasan muchas cosas. Los
enamoramientos son bestiales y los amores una pelea de desmigajarse de amor;
que fuera de sí rompen alcobas y hasta mesillas de noche ejerciéndolo. Que por
lo menos otro y otro y otro tampoco escapan. Marcha pueblo adentro brutalmente
enamorado porque hay seres que desde pequeños quieren una mujer entera para él
solo y hasta le dice misas y tira a
elevaciones espirituales para que Dios se la ponga en las manos. Es tanta la
afición al casorio que al filito del par de meses la coge de manos y embala por
la iglesia para dentro llamando al empleado al grito; escapado a la cordura
tira del sueldo y ahorros por la afición al casorio. Y la metía por la iglesia
para adentro al filito del par de meses, desoyendo las advertencias de su
propia madre; gran maestre de la perrería y el abuso ejercido sobre su propio padre, como él sabía
de sobra. No podía esperar, ella estaba terriblemente
buena; si viene el rico se la quita). Se sabe que el presente no vale porque
“no se valora” ¡no ha tenido tiempo para hacer daño!. ¡Los grandes amores no se
entienden sin los grandes tormentos de mucho tiempo por no consumación!... sin
esperanza. Los ojos tiene en ella siempre. Viéndola propiamente, que le parece
que le está hablando como el ser que vive noche y día en su pensamiento. Como
si le hubiese visto embarcar con la mar en calma, pañuelo blanco y diciendo
adiós; para jamás volverla a ver. Se me hace acordar en peliagudas estas
cuestiones, a lo que le decía Pulido a mi padre: “El vino sin comer es el
diablo, maestro Pedro. Por aquello, que en cierto modo, a los amores hay quien
les llama apetitos. Cumplimentando “lo del rico” al principio del párrafo, nada
saca la pobre con casarse. Si el rico la desea pegará un coito doble: se la
tirará a ella y al santo sacramento del matrimonio también lo tumbará pá tras.
Cuando han pasado muchos años de ausencia de
un ser querido (por ejemplo cuarenta y
sin que le dé a uno parentesco; no son parentescos de sangre la esposa y el
esposo), desde ese sentimiento arrebatado, para hacerlo factible, sin trastocar
la ternura que perdurará igual, igual
que la pasión emocionada que uno hace borrosa adrede para idealizados, poderles
soportar y con cierto donaire mandar al carajo (los sentimientos: pasión y
emoción). Se puede comparar a la conducta del sonámbulo, la del amor no
consumado, por las galerías de nuestra cabeza; en la que ese amor que también a
nosotros nos perdió, casi, ni se atreve a pensarlo y menearlo para no echarlo a
perder y se dedica a ensoñarlo. ¿Será posible que en las galerías de la memoria
de ese amor no revolcado estemos nosotros transitándolas a pesar de nuestra
ausencia? ¿Será factible la materialización de la canción de Machín: “Que pena
porqué no me lo dijo, si yo lo hubiera sabido, hoy sería todo de ella?”
De todo esto que se puede decir
es común; si se le añade una buena memoria para que los grandes rasgos del
asunto no se olviden; porque la fantasía para su ejercicio lo primero que
demanda son claros recuerdos. La mala memoria
es inmisericorde con la grandeza y magnificencia de lo recordado aún en
los dramas de amor, que, al transcurso de mucho tiempo, a otro con buena
memoria, la me moranza de simples amoríos le hacen llorar por su mayor nitidez,
aun con sensibilidad muchísimo más bruta y por amores de menor importancia. Aun
muy alejados de las matadoras pasiones, ¡¡y enterradoras!!. Absolutamente todo
es cuestión de cerebro. La grandeza exacerbada del amor; la que supone el fuera
de sí, está reservada a cuatro desgraciados que la tienen como única simpar ocupación.
Se puede leer algo en las conductas. ¡¡Si llegara el día de poder leer en los
cerebros directamente!! Para que les puedan ayudar (los técnicos).
Comentarios
Tú siempre en mi afecto, en mi amistad y en mi corazón.
José Juan Mujica Villegas