Algo más del vivir

 

Por Luis C. García Correa  

La vida es un don. Desperdiciarla es perderla y puede ser algo imperdonable.

Todos somos, yo también, únicos e irrepetibles. Sólo tenemos una vida. (No creo en la reencarnación).

Vivir es algo maravilloso. Estamos creados para vivir felices y libres. ¿Por qué no lo somos siempre?

¿Cuántas contestaciones hay a esa pregunta? Probablemente miles. Yo daré la mía.

Vivir es cumplir las obligaciones éticas o religiosos. Es cuidarse. Es darse a los demás: amar, tener y repartir felicidad y libertad.

Los católicos lo tenemos clarísimo, pues nos basta cumplir el Primer Mandamiento: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.

¡Si todos los cristianos practicáramos ese Mandamiento, el mundo sería completamente diferente! ¡Sería feliz y libre!

No me cansaré de repetir la obligación que tenemos los padres de enseñar a nuestros hijos a ser honestos y a vivir ese Mandamiento.

La alegría es otra parte importante de la vida. Un infeliz, alguien a quien le falta la alegría, mal vive y lo contagia.

Sonreír llena las almas, tanto la del que sonríe, como la de quienes le ven y le oyen.

Todo esto, y algo más, son razones para tener una vida llena de contenido y de valores transferibles.

“¡Amar, no dejar de amar, siempre que se pueda!” Es la forma más feliz de vivir y de compartir con la(s) persona(s) amada(s), y con todo lo que nos rodea.

Vivimos una sola vez. Vale la pena aprovechar la vida. Es una responsabilidad.

Perder el tiempo es una forma de vaciarse de contenido. Y en el vacío no cabe la felicidad.

"¡No lo olvidemos: somos únicos e irrepetibles!" Vivimos una sola vez. Y es grandioso lo que podemos hacer, aún siendo corta la vida.

“¡¡¡Vivir con valores éticos o religiosos da la felicidad y la libertad!!!”

¿Qué más necesitamos?

Comentarios

Entradas populares