Paraíso terrenal
Por Antonio Domínguez
Todas las satisfacciones y sensaciones que mas
sosiegan, bucólicas y encantadoras, las siente un hombre como yo, que
principalmente ama el campo; a los animales de la tierra y hasta los de la tras
tierra.
Cuál no sería mi regocijo cuando
en la televisión del oficiante Báez vi un video de una muchacha que Loli se llama. Pero ¡¡¡qué mujer ave maría
santísima!!! En Val sequillo tiene tres cuadras de reses mayores y gran tropa
de cabras y ovejas, donde menos el queso que hace su madre “todo lo hace ella”.
Ella consigue rolos en la costa y hasta los pica sola en el pesebre y ordeña
mejor que yo que no siendo manco en ese aspecto: ordeñaba cincuenta cabras y a
las 8/30 estaba ya bañado ejerciendo mi oficio.
Loli defiende en mercatelde tres
puestos “con su equipo A” en los que lo que le falta de su granja, lo compra en
mercalaspalmas a partir de la medianoche, qué de lo único que es ladrona y roba
son horas al sueño. Participa en los arrastres; lleva las vacas a las romerías
y brinda leche acabada de ordeñar en vasos de plástico a cuantos se la pidan,
porque es amable cariñosa, buena y humana. Fiel figura y hechura de la mas
simbólica personalidad de la auténtica madre canaria; a pesar de su juventud.
En fin, ni podemos ni debemos
hablar del campo en general porque ni existe como tal. Loli que no harías si
fueras un Arnold Schwarzenegger. Aun
siendo una mujer menuda te desarmas los lomos desarrollando el ciclo del gofio
contra viento y marea, contra toda prohibición, mandato, acoso que obediente atiende
a telefonazo de “amigo” vecino. Acosos domingueros de espías/alcahuetes
habitatistas. Exigencias de privar a la cabra de plantas cuyas semillas esparce
en las cagarrutas. Arbitrariedades que cada agente forestal –enemigo mortal–
tiene una distinta a capricho. El campesino no tiene nada a su favor por lo que
poder denunciar y ser admitido a trámite, ello, les hace dragones inmensos en
el abuso abusando. A todos estos y a ello está expuesta Loli, Paco el de Pavón
y dos más; por ser los únicos que quedan.
Loli, pá lantre” mi niña.
Demuéstrales a todos estos vainas carajitos lo que es un hombre con un par de
ovarios. Lo que es el amor al trabajo. Amor a la tierra. Amor a la tradición de
tus padres. Amor a la isla aun sin vender (seguramente toda vendida, pero, sin
la toma de posesión todavía) a la Unesco de los espacios protegidos (espacios
prohibidos) ¡¡¡que tristeza ante la cual faltan lágrimas para llorar!!!.
Mi infinito agradecimiento, Loli,
por tu testimonio y tu fortaleza incluso de cuerpo, porque, hay que ver como
soliviantas una carrucha llena de estiércol mojado, como el que jala por un
papel. Cuando veo a cierta gente que manda, digo con Schopenhauer: en previsión
de mi muerte declaro: Me siento avergonzado de ser canario. Solo cuando veo personas
como tú Loli, ennobleciendo a mi isla, luchando contra todos los elementos
naturales, antinaturales y políticos sobre todo, bendigo mi patria y me siento
orgulloso de ser canario. Gracias mi niña en el nombre de todos los canarios
dignos que sufrimos ahora las consecuencias de la imprevisión irreversible,
aunque no definitiva, sí invariable; que ojala y fuera solo hasta el año
treinta (2030).
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