La ampliación de las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya acabará con los vertidos al barranco.

La puesta en marcha de la ampliación de las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya acabará con los vertidos al barranco y evitará que una parte de los jardines de la ciudad se rieguen con agua desalada, aseguró ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Néstor Hernández.La obra, cuyo proyecto y ejecución acaba de adjudicar por 15 millones de euros la Consejería de Obras Públicas del Gobierno canario, contempla también la construcción de una red de canalización e impulsión del agua depurada a dos depósitos, uno situado junto al cementerio de San Lázaro y otro junto al camposanto del Puerto, que posibilitará destinar los 10.000 metros cúbicos que se producirán al día tras la ampliación, al riego de los jardines de la parte alta de la ciudad y el campo de golf de La Minilla.Ello permitirá, según Hernández, un "ahorro ambiental y en la factura", ya que la producción de agua depurada es más barata y menos contaminante que el proceso de desalación.Las nuevas infraestructuras permitirán además de ampliar la capacidad de depuración de las actuales plantas, que pasará de 3.000 a 10.800 metros cúbicos al día, eliminar los vertidos que se producen cuando se colapsa el emisario terrestre de la zona baja de la ciudad (pues éste recibirá un 20% menos de caudal) y aliviará la depuradora de Barranco Seco. Esta obra se complementará con la renovación de la red de saneamiento del barranco de Tamaraceite, con la construcción de tres nuevos colectores, un proyecto que acaba de sacar a concurso el Ministerio de Medio Ambiente, por 12,3 millones. El edil resaltó que las dos obras, que forman parte del convenio de Obras Hidráulicas, suponen una inversión de 27 millones de euros que se ponen en marcha "tan sólo un año después de su firma".
Fuente: La Provincia

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