¡¡¡OOH!!! GOFIOS DE TEMPLANZA, PRUDENCIA Y PRESTANCIA.

Por Antonio Domínguez
1)¡ES LO QUE HACEN LOS GRANDES OBISPOS! … , qué, dándose cuenta, que Dios no puede estar incurso en las tonterías humanas que se le atribuyen, penan porque sus congéneres no se salgan del “miedo-respeto” a Dios (sin amedrentarles) y que tengan su razón de ser auto explicadora, no mas,  de los propios seres humanos (sin que se pueda, ni aun se deba,  ir más lejos) orientados a/y para, gracia de su vida lo menos infeliz posible. Si  ve oscuro el párrafo no se preocupe que eso se arregla ampliando lecturas en otros cotos; que tengan aunque sea algo de especialización.   
Los Cardenales viven en un sin vivir en ellos por la terrible obsesión de ser papas (y es humano que así sea). El que llega a Papa, viene de las tremendas luchas psicológicas y llegará marcado; por lo que tendrá que nombrar comisiones de sabios para que le gestionen el Papado: ¡¡Siempre ha sido así!!. Por todo ello los obispos han sido la piedra firme de la iglesia española (las otras las desconozco en su totalidad; no por ello las niego). Donde haya un obispo aleccionando y bien dirigiendo a curas, hay iglesia. Donde hay un obispo que se arredra y pasa por abajo de ecologistas ignorantes, faltos de ayuda intelectiva; para evitar pasarse en los poderes , que de hecho, de todas clases tiene; no hay iglesia.
Los obispos son los hombres mas grandes de todas las iglesias del mundo. No hay religión sobre la faz de la tierra que tenga un solo hombre con la categoría intelectual del mas flojo de los obispos cristianos. Siempre admitiendo diferencias entre ellos: nada tendrá que ver jamás el medroso y meticuloso Echarren, de homilías técnicas, largas y cansinas, con el arrojado y temerario Pildain Zapiain, que desafió al dictador enfrentándosele a la cara; que ya cuando Pildain voló al cielo con Padre Dios, se empezaron a elevar las sagradas formas y el copón santo en los altares; mientras se pedía a Dios por el caudillo franco para que le diera mano fuerte y firme; y larga vida para que siguiera rigiendo los destinos de ¡¡ESPAÑA!! Sin embargo, nunca le pidieron al señor que los usurpadores devolvieran el municipio de San Lorenzo a sus dueños.
La desgracia de los obispos es haber tomado demasiado jóvenes la determinación de serlo.  Cuando están llegando a serlo ya van por unas alturas vertiginosas; donde no se puede volver atrás; empezando porque ya tienen su humanidad desarrollada al punto que ya, ella, le impide la no empatía y lo no conmiseración; se abrazan sin remedio al saber y consecuentemente a la infelicidad, no carente por ello, de necesidades básicas cumplidas. Con cama donde dormir , ropa que ponerse  y pequeñas satisfacciones resueltas; vive solo entre ignorantes ecologistas, cantadores de penaltis y goles, millones de corredores pedestres, que se echan a correr para, por y cualquier tema. La llegada a obispados (ministerio de la gestión de calamidades cerebrales) es la ratonera para el hombre que decidió entregarse por entregarse ya que sabe el flagelo de aptitudes tratos y miradas mas determinantes y consecuentes  a la decisión de un día entrar por las puertas del verdadero saber;  y decide pagar con el sacrificio de su persona porque sabe le espera manicomio si decide pagar de cualquiera otra de las múltiples maneras.

2) Puesto que voy a hacer una loa, quiero puntualizar mis tendencias: mas bien preferencias. Por encima del hombre respeto a catedráticos, y en general respeto (le doy exquisito trato al ser humano) a cuanto crece y se multiplica, pero, en mi fuero interno no siento respeto por títulos, cargos, reinados, papados imanes, ortodoxos, pastores etc. etc.  o sea, lo que se dice a curas en general; ya que los políticos y la injusticia me dan asco directamente.
San Manuel Bueno, mártir,  es el manual (creo estar seguro) de  los obispos; sin que sea transferido, ese manual, mas adelante ni hacia atrás en la jerarquía; contemplados ellos los obispos, –según mi opinión-, como los únicos que garantizan la prevalencia de la iglesia sin los cuales ¡sin duda! había desaparecido, rato ha ya.
Entrando en detalles, los curas rasos son demasiado poca cosa para actuar sin hacer daño psicológico  (sin aterrorizar) a los pobres diablos fáciles de captar y que de hecho son correligionarios: algunos hasta legionarios en su quehacer místico para mientras viva.  
Cuando se llega a obispo ya se tiene una formación muy grande y se es mayor y mas mejor humanista que Aranguren. Es por lo que la iglesia católica hoy, es la mejor opción religiosa que consuela de haber tenido que nacer para morir; es la que yo elegiría si necesitara un Dios.   
Dentro de la gran preparación de todos los obispos, los hay de distintos sentimientos; y eso solo se sabe en el: “Démonos fraternalmente la paz”. Hay obispos que brincan por encima del pobre para dar la paz primero al rico; y los hay con vicio de pobres y brincan a viceversa. Los hay ajenos a pobreza y riqueza y le dan la mano primero al intelectual, o, al mimoso del pueblo que dice y se cree que es santo, o, a la pobre mujer que le han muerto todos sus hijos y marido; como hombres que son derivan a puntos cardinales, para hacia los cuales fueran, Dios les puso aquí.
San Manuel Bueno, con una inteligencia superior, anduvo insurrecto en la teología, siempre huérfana de la materialidad racional, que es a donde puede llegar lo humano; y desde ahí sí que ayudó san Manuel Bueno, que, con su misma técnica de este (no hay otra forma ninguna de ayudar sin desalar: es por la que optan los obispos mega sabios) el obispo ayuda a sus pusilánimes conciudadanos; sobre todo vigilando a curas.  Conminándoles al comedimiento, a hablar en voz baja, a la conmiseración, o sea,  para que se le tema menos a Dios que al diablo.
Vale la gloria extenderse un poquito mas. Esto es un reconocimiento a un obispo que traté durante siete minutos; y quedé tan desconcertado de su respetuosidad auténtica, sin esfuerzo. Nunca había tratado a un hombre sobrado para tratarme y darme a entender que me consideraba de una mentalidad especial; aun posponiendo la suya a mi consideración y a cualquier consideración. Demostró saber que todos los hombres que no estamos dedicados a cantar penaltis y goles, podemos aportar aunque sea mínimas cosas. 
En resumidas cuentas en mi rápida conversación con un obispo quedé lleno, por sus gestos, sus aprobaciones con la mirada, su gran admiración al hombre; su respeto profundo ante todo el que tenga algo que decir aun equivocado; ¡¡Hay que ver como respetan las equivocaciones los hombres de esta categoría y talla!!.
Me precio (y es un orgullo) de haber hablado aunque solo fueran siete minutos, con una persona de verdad; sin taras humanas y a la altura de poder desintegrar deterioros de lacras humanas en los demás. Sin tener que andar con vela encendida por Atenas, como ya lo hiciera uno, he encontrado a un hombre. Siempre me preparé para si aparecía un día no me pasara desapercibido; y estoy seguro que ese hombre era el obispo con quien hablé siete minutos. Y amigo, quien tiene la fortuna de comunicarse de esencia a esencia, aunque sea con un solo hombre en su vida, ya, se puede morir tranquilo.
Yo no creo en nada, por ello comprendo a los obispos y a su verdadera tarea. Es paradójico que el hombre mas completo que he conocido en mi vida sea obispo. Siete minutos le bastaron para convencerme, y siete minutos bastaron para quedar yo convencido.
Comprendo al San Manuel Bueno Unamuniano, en su vida, y su vida. Al mismo tiempo y por lo tanto a sus émulos necesarios, los obispos, por sus arduos trabajos, consiguiendo el mayor numero en <> que, creyéndose salvados, esperan tranquilos y convencidos del mas allá; en tal tranquilidad que a ÉL como sabio le es imposible tener: por su envergadura cerebral le derrumba la falta de pruebas; por lo que no ve la tranquilidad en ningún punto del horizonte alrededor. En tal disyuntiva seguir al pie de la letra los pasos de San Manuel Bueno es la postura a adoptar, la doctrina a seguir y raciocinio mas altamente determinante que pueda llevar a cabo un clérigo. Lo maravilloso de la susodicha doctrina, es que el mismo Cristo la haría de ÉL, porque está orientada a que los flaquitos no mueran de miedo, y que en aras de que no se les descomponga el estómago, no se les dirá nunca de la existencia del libro <> para que no se hundan en la miseria, viendo lo que les espera. 
Hay que seguir perseverando en encomiendas flojitas, dirigidas a mentes de insecto. ¿Quién se atreve a demostrar que el cielo está a cuatro trillones de años luz, y cosas por el estilo? ¿A quién podemos decir que un alma subiendo alcanza menos velocidad que el halcón peregrino; que en picado coge 300 k/hora? Si no corre el alma siquiera a la velocidad de la luz, que serían  25.920.000.000 km/día: 9.460.800.000.000 km/año. Ergo, si el alma derecha arriba no corre mas que el halcón derecho a bajo en picado: 300 km/hora = 0´08 km/s; podemos estar seguros que el mundo dejaría de existir varias veces antes que llegue un alma al cielo, por eso no se puede sustentar un obispo en las solas y desnudas suposiciones teologales; porque cuando se llega a esas sabidurías propias de donde el estudio no da mas de sí (que vienen a ser las grandes lecciones de los desengaños), el recule es matador; ya no se entra en mas cuestiones en general; de las cuales, se ha salido trasquilado: escaldado. 
¡¡¡Chiquitos problemas a las espaldas de los hombres que llevan el peso de la iglesia entera, súper visionados por un mundo que no lee; y por otro encima, que sin leer, sabe demasiado!!!

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Muy buen sermón.mejor que el de un propio cura.
Antonio,eres un buen padre y esposo.Eres una gran persona.Soy kiko,vecino de los frailes y compañero de tu hijo Marcos en la escuela.te deseo lo mejor para ti y tu familia
Antonio Domínguez Herrera ha dicho que…
Kiko Díaz. Saludos atentos, mi entrañable y muy cercano Kiko. Yo también te deseo logros insuperables en la vida. Gracias por tu atento comentario. Y ya en broma, te felicito por “haberte mandado” semejante testamento. Has demostrado amar la lectura agarrada; soltándole solo por el fin en su fin, a un artículo que pocos lectores tiene.

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