“¡¡¡DARSE A LOS AMIGOS!!!” Y “! PARTE DE MI TESTAMENTO!”

Por Luis C. García Correa
“¡La vida tiene sentido y valor cuando la compartimos con los demás!”
“¡El egoísmo es el gran enemigo de la felicidad y de la hermandad, y de la feliz y libre convivencia con los demás!”
Presiento que mi muerte está cerca.
Moriré cuando Padre Dios lo tenga dispuesto: mis sensaciones, presentimientos y creencias no van cambiar el momento de mi muerte.
El momento de mi muerte lo recibiré con los brazos abiertos por mi fe y amor apasionado a Padre Dios, a la Santísima Trinidad, la Virgen Santísima, a San José, al Ángel de la guarda (que me ha tenido y tiene que aguantar) y a toda la corte celestial.
Presiento la muerte y quiero y necesito decir lo mucho que ustedes han significado, y significan en mi vida, en mi felicidad y en mi libertad.
Mi familia, mis amigos, la comunidad, la humanidad y nuestro Planeta Azul, la Tierra,  han sido y son la gran felicidad de mi vida, y los necesito para compartir y repartir y juntos gozar de esa felicidad y libertad que me han dado y que reparto, con todo mi cariño AMOR Y AMISTAD a todos por igual.
Quisiera dejar grabado para siempre lo feliz que he sido y sigo siendo, con la suerte de tener mi familia y a tantos maravillosos amigos.
Ustedes han sido el cimiento de mi vida. Me han dado razones, ilusiones y esperanza para vivir con felicidad y libertad, lo que he vivido con intensidad.
Quiero dejar constancia patente de esa dicha que he tenido y que ustedes me han proporcionado con tanto AMOR Y AMISTAD.
Ustedes han desarrollado mis ansias de vivir y de compartir, tratando de ayudar y devolver la dicha que me han dado.
Ustedes le han dado un especial contenido a mi vida. Lo que es impagable, aunque sí se puede agradecer eternamente.
Tenemos que ser un ejemplo de AMOR Y AMISTAD, que sirva para que otras y otros lo imiten, tengan y gocen tanta felicidad y libertad como hemos disfrutado todos nosotros con nuestro AMOR Y AMISTAD.
Soy, y repito, un gran afortunado. Ustedes, con su AMOR Y AMISTAD, han fortalecido y engrandecido mi AMOR Y AMISTAD, que anhelo, deseo y necesito compartir con el mundo entero, hasta que me llegue la hora de partir a la presencia de Padre Dios.
La vida y el mundo que nos ha tocado vivir tenemos que compartirlo con verdadera hermandad, repartiendo AMOR Y AMISTAD, para contribuir a hacer un mundo mejor, que es el que todos nos merecemos, y que será de acuerdo a la honesta participación de la mayoría de la humanidad.
En la medida que compartamos ese AMOR Y AMISTAD, mejoraremos el mundo que nos ha tocado vivir. Pero necesitamos que nos secunde esa honesta y participativa mayoría.
No dejemos pasar este momento de felicidad y libertad: aprovechémoslos al máximo, compartámoslo y estaremos haciendo y dejando un mundo mejor.
Compartir el AMOR Y AMISTAD y darse a los demás repartiendo felicidad y libertad. Si lo hacemos, el mundo mejorará.

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