Las dichas de la vida

Por Luis C. García Correa
Las dichas de la vida se encuentran en la vida.
Vivir es la dicha de compartir.
No compartir es la soledad en el amor y la amistad.
La soledad, deseada, es una de las desdichas de la vida.
Sin compartir no hay felicidad ni libertad.
Las dichas de la vida consisten en repartir el amor con prodigalidad y a todos por igual.
La soledad es la obscuridad de la vida.
Quien quiera vivir solo, solo se quede.
El amor lo redime todo.
Vivir y repartir el amor es caminar por el maravilloso sendero de la santidad.
El amor es el cimiento en el que debemos edificar y desarrollar nuestra vida.
Con amor se llega a la plena felicidad, y a gozar de la plena libertad.
La plena felicidad es la meta que debemos alcanzar.
Los valores morales, éticos o religiosos son la base para desarrollar una vida llena de valor y contenido, y alcanzar la felicidad y libertad.
La vida sin valores es un páramo de soledad, de angustia, de tristeza y de amargura.
Vivimos para compartir, las dichas de la vida, y crecemos como gigantes en el amor.
¿Cómo es su vida? ¿Cómo llena su vida? ¿Hacia dónde va? ¿Cuál es su camino? ¿A dónde llegará?
Estas y otras preguntas nos las debemos plantear si queremos que nuestra vida tenga valor, por estar llena de contenido.
Vivir por vivir es perder el camino.
El camino es la vía por la que debemos caminar para no perder el origen y el destino.
El origen y el destino están en nuestras manos. De nosotros depende hacia dónde vamos, y el destino que le demos a nuestra vida, para gozar de las dichas y alegrías de la vida.
No lo dude, elija el amor. Si lo comparte, está ya en el camino de la felicidad y de la libertad.
Sin felicidad y libertad la vida se convierte en una esclavitud, que nos arrastrará al mal, que nos dominará.
El mal es el enemigo fatal.
El mal nos perseguirá hasta el final.
De nosotros depende que el mal se adueñe de nuestra vida y nos convierta en su esclavo.
El mal no ha vencido al bien, ni lo vencerá jamás. Pero depende de nuestra actitud y de nuestro actuar.
¿Qué hace usted para vencer al mal?
¿Cuáles son las dichas de su vida?
Preguntas que me hago, respuestas que encuentro, y siempre llego al mismo final: El Amor es el camino y la vía por la que debemos caminar, para, al compartirlo, vivir en la plena felicidad por usar y desarrollar la libertad.
“¡El amor y la libertad son el camino para la felicidad!”
“¡Las dichas de la vida se resumen en compartir el amor y la libertad!”

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