¡La lealtad! ¡la deslealtad!

Por Luis C. García Correa
"¡Ser leal de verdad es de grandes, es de santos donde los hay!"
Las personas leales son de admirar, de respetar y considerar como ciudadanos de honor por su amor a todo lo que es lealtad.
"¡La lealtad es la virtud del amor convertido en hechos de amor!"
La deslealtad es parte del mal.
"¡El mal se nutre de los desleales, y los convierte en sus esclavos!"
"¡El desleal vende y traiciona a todo lo que tiene amor y honor!"
La persona leal cumple, siempre, con lo que ha prometido, y está atenta a todo lo que se debe respeto, honestidad y amor.
"¡La lealtad a la Patria, y a todo lo que la representa, es una obligación de todo bien nacido!"
"¡Sin valores morales, éticos o religiosos, no existe la lealtad!"
Una persona que no respeta la bandera, el himno nacional, o todo lo que represente a su Patria, debía de quedar marcada por toda la eternidad.
Quién no esté de acuerdo, y no sea leal con su Patria, lo menos que debería hacer es marcharse. En su Patria debería ser considerado como un enemigo social y nacional.
"¡Anatema a los desleales, son enemigos de la sociedad!"
La deslealtad está relacionada con la cobardía, con el deshonor, con el rencor, con la envidia, con el desamor, con los mal nacidos.
La sociedad debe rechazar a toda persona desleal.
"¡El desleal es un infectado en la sociedad!"
A la persona desleal hay que apartarlo y rechazarlo como a un infectado contagioso.
De los resentidos se nutre la deslealtad.
"¡La lealtad es de patricios donde los hay!"
El grito de guerra contra los desleales debería ser: "¡Márchese cobarde, y no vuelva más!"
La cobardía del desleal es el seguir en la Patria que lo vio nacer o lo acogió.
Aprovecharse de la posición para tratar de imponer su deslealtad es propio de los cobardes.
La lealtad es de grandes, de buenos ciudadanos, de personas que podemos admirar, respetar y considerar.
“¡La lealtad es la virtud de los que aman a su Patria, y a todo lo que la representa!”
La deslealtad es gran signo de estar dominado por el mal.
La deslealtad debería ser castigada con la deportación.
El desleal morirá solo, aislado, tristemente.
“¡El leal es el ciudadano de honor, a quien hay que respetar, considerar y amar, dándole el abrazo al hermano ciudadano!”
"¡La deslealtad queda gravada por toda la eternidad!"

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