Todavía recuerdo de pequeño, cuando le traían a mi madre la cruz adornada de flores para colocarla en la fachada de la casa para el Día de la Cruz. Debajo de la cruz le ponía un vasito de agua que nos decía era agua bendita por la mañana. Tenía su razón de ser ya que antiguamente era tradición que el párroco pasase por las calles y rociara con agua bendita aquellas casas donde colgaba una cruz. Otra tradición en Tamaraceite era ir hasta la cruz de la Montaña de San Gregorio, que se divisaba desde lejos. Se iba de merienda aprovechando las tardes largas y que oscurecía más tarde. Religiosamente, parecen tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos. A partir de ahí nace la veneración a la Santa Cruz, ya que Santa Elena murió rogando a todos los que creen en Cristo que celebraran la conmemoración del día en que fue encontrada la Cruz.
Todavía recuerdo de pequeño, cuando le traían a mi madre la cruz adornada de flores para colocarla en la fachada de la casa para el Día de la Cruz. Debajo de la cruz le ponía un vasito de agua que nos decía era agua bendita por la mañana. Tenía su razón de ser ya que antiguamente era tradición que el párroco pasase por las calles y rociara con agua bendita aquellas casas donde colgaba una cruz. Otra tradición en Tamaraceite era ir hasta la cruz de la Montaña de San Gregorio, que se divisaba desde lejos. Se iba de merienda aprovechando las tardes largas y que oscurecía más tarde. Religiosamente, parecen tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos. A partir de ahí nace la veneración a la Santa Cruz, ya que Santa Elena murió rogando a todos los que creen en Cristo que celebraran la conmemoración del día en que fue encontrada la Cruz.
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