¿Enseñanza obligatoria hasta los 18?


Hoy que acaban las clases quería hacer una reflexión envoz alta con ustedes. Este Gobierno no para de darnos "sorpresas", cada semana con algo, si cabe, entre más "estrambótico" mejor. "En el colegio hasta los 18" la noticia que nos dio hace unos meses el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, apuntando la posibilidad de que la enseñanza obligatoria llegue hasta los 18 años, que ahora acaba a los 16, cuando termina el cuarto y último curso de la Educación Secundaria Obligatoria, ESO. Yo creo que este hombre de experiencia en educación en estos niveles secundarios tiene poco, aunque sea Catedrático de Metafísica en la Universidad Autónoma de Madrid y Profesor en la Facultad de Filosofía y Letras. ¿Le ha preguntado a los docentes españoles la viabilidad de esta idea? ¿Usted sabe el esfuerzo que le está costando a los centros mantener a chicos desmotivados desde los 14 a los 16 años, para que ahora venga con "obligar" a los que ya, según afirman otros ministros, son "maduros" para abortar sin el consentimiento paterno? El Sr Ministro sabrá mucho de Metafísica, de lo que está más allá de lo físico, pero creo, desde mi humilde opinión, que el Sr Gabilondo debe bajar a lo terrenal, preocuparse de la calidad de la enseñanza y del fracaso tan importante que hay en el sistema educativo español y olvidarse de obligar al que no quiere estar en el aula y formarse. Porque ya está bien de gastar fuerzas en los que no quieren seguir en la escuela, en los disruptivos y "revientaclases" y ponerse a pensar en aquellos pobres alumnos que necesitan ayuda y que no pueden ser atendidos porque el profesor se pasa la mayoría del tiempo intentando que no le reviente la clase un par de individuos, que carecen de cualquir interés, y están en las aulas porque los obliga el Estado.

Comentarios

Sergio Naranjo ha dicho que…
¿Qué se puede esperar de un presidente que echa la culpa a unos policías de haber dejado entrar a Haidar a Lanzarote? Pues que sus ministros nos cuelguen a la gente honrada el sapo de los gamberros y que nos fastidiemos. (Y que sigamos pagando más impuestos, claro.)
Saludos.

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